El imperio egipcio acude con el coro de Luis Rivero, que abre la sesión, la décimo tercera. Original y al más estilo característico de su forma de interpretar, el tango vuelve con fuerza y amoldado al tipo.
Renovado y con aires egipcios, vuelve a deleitar por sus formas y por sus voces. Un coro mixto menos movido que en años anteriores pero que sabe a gloria.
Tango que abre la función con el piropo a Cádiz.
En el segundo tango, defensa de las tradiciones y de la Semana Santa. “El orgullo de la horquilla” que bien cantado entona su alegato.
Entre faraones anda el juego. El relevo de la Alcaldía con Kichimón “la Teo sonaba mejor”. Cambian el Nilo por La Caleta. Buen gusto y mejor opción.
La corte del faraón deleita con un cuplé corto pero simpático.
En el popurrí derrocha toda la variedad musical que acompaña a un grupo que interpreta y que sabe como pocos ajustarse a cada una de las cuartetas que entonan. Derroche musical. Primera ovación de la noche para un coro esperado.
Vuelve a dejar su sello inconfundible y de enorme calidad.