Mercedes expuso a los ojos del mundo la jerarquía del británico Lewis Hamilton al promocionar al líder del Campeonato del Mundo de Fórmula Uno desde la segunda hasta la primera posición en el Gran Premio de Rusia.
En el ecuador de la carrera, una comunicación por radio trasladó al finlandés Valtteri Bottas un requerimiento: dejarse rebasar por su compañero de equipo. "Soy James (Vowles). Lewis está en riesgo contra Vettel. Su neumático izquierdo trasero tiene una pequeña ampolla", le informó el jefe de estrategia de Mercedes.
Automáticamente, Valtteri Bottas debió renunciar a la que habría sido su cuarta victoria en la Fórmula Uno.
Inédito en la presente temporada -sus tres triunfos datan de 2017-, el piloto de Nastola cedió su lugar a Lewis Hamilton.
"Yo no estoy luchando por el campeonato", asumió tras no haber visto correspondido su esfuerzo por merecer la 'pole' el sábado y por retener el liderato en una salida brillante el domingo.
Ese intercambio de posiciones en el Autódromo de Sochi repercutió de manera notable en la clasificación de pilotos. El inglés sale del parque olímpico con 50 puntos de ventaja sobre el alemán Sebastian Vettel, quien acomodó su Ferrari en la tercera posición.
La valiente estrategia de la fábrica italiana le dio momentáneamente la segunda plaza, pero sobre el trazado perdió la batalla con Hamilton. Implacable en el cuerpo a cuerpo, el inglés recuperó el segundo lugar antes de que Mercedes facilitara su progreso hasta el primer puesto. Esa decisión le hace sumar 306 puntos, por los 256 de su máximo adversario.
En una nueva edición del Gran Premio de Rusia, la escudería de Maranello debió aceptar la supremacía de las flechas plateadas. Desde la inauguración de la prueba, en 2014, Sochi es 'Territorio Mercedes'. Hamilton triunfó tres veces en este tiempo (2014, 2015 y 2018). Nico Rosberg y Valtteri Bottas aprovecharon las concesiones del tetracampeón del mundo en 2016 y 2017, respectivamente.
Este domingo, sin embargo, no se extendió en festejos.
"Valtteri se merecía la victoria, pero de cara al campeonato intentamos ganar ambos", justificó el piloto de Stevenage, ya más cerca de decantar a su favor la puja que mantiene con Vettel por igualar los cinco entorchados del argentino Juan Manuel Fangio.
Las sonrisas sí se multiplicaron en el garaje de Red Bull. Coincidiendo con su 21 cumpleaños, el holandés Max Verstappen firmó una remontada memorable desde la penúltima hasta la quinta posición.
Su compañero, el australiano Daniel Ricciardo, emuló su progreso y fue sexto. El monegasco Charles Leclerc (Sauber), el danés Kevin Magnussen (Haas), el francés Esteban Ocon y el mexicano Sergio Pérez (Force India) cerraron el top-10.
Fuera de los puntos se quedaron, en consecuencia, los españoles Fernando Alonso y Carlos Sainz.
El asturiano aceptó que su posición debía ser la catorce, con un McLaren "sin ritmo".
El madrileño confesó que no tenía "nada que hacer" tras recibir un toque del ruso Sergey Sirotkin (Williams).
Ese incidente frustró la buena salida del madrileño en el Autódromo de Sochi. "Me ha roto el pontón derecho y el fondo plano", lamentó el piloto de Renault.
Esos daños le hicieron "perder muchos puntos de carga aerodinámica" y Sainz solo pudo tratar de "ralentizar a los Haas y a los Sauber" en beneficio de su compañero de equipo, el alemán Nico Hulkenberg. Él tampoco consiguió puntuar, por lo que Haas acecha el cuarto puesto de Renault en el Mundial de constructores.