El relevo en el banquillo no arregló los males del equipo, pero al menos el Baskonia sumó un triunfo reparador y necesario con efectos balsámicos en la clasificación
El Laboral Kutxa respiró aliviado y sumó un necesario triunfo ante el Gipuzkoa Basket, 79-62, en el estreno de Ibon Navarro como técnico tras una semana convulsa que se llevó por delante al anterior preparador Marco Crespi.
El relevo en el banquillo no arregló los males del equipo, pero al menos el Baskonia sumó un triunfo reparador y necesario con efectos balsámicos en la clasificación.
Gipuzkoa Basket puso resistencia en el primer tiempo pero la ausencia de Hanley tras el descanso, por un esguince de tobillo, y el colapso anotador del tercer cuarto, con solo ocho puntos, facilitaron la tarea del Laboral Kutxa.
El nuevo preparador vitoriano del Baskonia mostró sus cartas concediendo los galones a los más veteranos de la plantilla con un quinteto en el que figuraban Causeur y San Emeterio como novedades.
El relevo liberó también de la tensión a los tiradores y con el acierto del triple el Baskonia jugó más suelto y menos agarrotado.
Gipuzkoa Basket cimentó su juego en Doblas para poner en apuros a Iverson y con sus ocho puntos permitió llegar con ventaja al final del primer cuarto, 15-20.
El segundo acto fue un intercambio de canastas triples. Tres llegaron por parte local, dos de Hamilton y una de Bertans, y Dean y Jordan también se sumaron al concurso en cinco minutos frenéticos, 28-28.
Decayó el acierto vitoriano y los de Ponsarnau demostraron su intención de conquistar el Buesa Arena con un juego ordenado, serio y coral que impidió la escapada del Baskonia. Así se llegó al intermedio con los guipuzcoanos un punto por delante, 36-37.
La segunda parte empezó con la mala noticia de la ausencia de Hanley en Gipuzkoa Basket por un esguince de tobillo.
La falta de ese peón tuvo un efecto directo y negativo en el equipo guipuzcoano que se colapsó en los primeros cuatro minutos y medio en ataque.
El Baskonia aprovechó las facilidades para poner tierra de por medio con un parcial de 10-0 que le colocó con una cómoda renta, 46-37.
Iarotchevitch rompió la sequía con un triple que logró mantener en el partido a los visitantes ante un Baskonia que evidenció los problemas de continuidad y fluidez en su juego.
Aparecieron los errores sobre la cancha y gracias a las acciones individuales de Shengelia pudo el Baskonia mantener la renta de diez puntos al llegar a la conclusión del tercer periodo, 55-45.
Los guipuzcoanos volvieron a evidenciar graves problemas ofensivos con una paupérrima anotación de solo ocho puntos en el cuarto.
Gipuzkoa Basket aguantó como pudo la sequía anotadora pero cayó desplomado en los primeros dos minutos del último cuarto con seis puntos seguidos de Fabien Causeur que dieron la puntilla a los de Ponsarnau, 61-45.
El dubitativo Baskonia se limitó a dejar pasar los minutos y sumar los puntos necesarios para amarrar la amplia victoria y asegurar el triunfo tras una convulsa semana.