La SD Eibar se ha llevado un punto de San Mamés tras aguantar todo el partido el empuje de un Athletic Club ejemplar en el esfuerzo pero seco de juego y de gol y que, tras un primer año entero marcando en la nueva 'Catedral', lleva ya tres partidos seguidos sin anotar un tanto en su flamante casa.
El punto le sirve al equipo bilbaíno para salir momentáneamente de los puestos de descenso, pero mucho deberán mejorar los de Ernesto Valverde, que apenas si han sumado cuatro puntos en seis jornadas, para no complicarse una temporada que aún se promete feliz con la Liga de Campeones por medio.
El Eibar, a lo suyo. Suma, sigue y alcanza ya ocho puntos en la tabla que le permiten mantenerse a escasas distancias de las posiciones europeas y, lo que le es mucho más importante, seguir haciendo hueco con una parte baja de la tabla a la que parece abocado en el curso de su debut en Primera División.
De salida, Valverde buscó más creatividad en la salida del balón con Iraola por De Marcos y más mordiente en ataque con Viguera en lugar de Beñat. No le salió demasiado bien su apuesta ya que Iraola no acaba de ser el de su década de titular indiscutible y la presencia de Viguera junto a Aduriz dejó al medio campo rojiblanco sin un enganche con la delantera.
Garitano, por su parte, tiró de rotaciones y cambió a medio equipo respecto al que recibió y empató al Villarreal para mantener el equipo pétreo y laborioso que está haciendo historia en los últimos dos años y medio.
Le salieron mejor las cosas al técnico armero, ya que en la primera media hora lo único que cambió la dinámica del juego anodino e inoperante de los locales fueron un par de contraataques visitantes que amenazaron peligro pero que no aprovecharon ni Saúl Berjón ni Capa.
En el primero, en el minuto 16, el asturiano no conectó bien su disparo en buena posición en el vértice del área después de que Capa dejase pasar ya dentro del área un centro desde la derecha de Bóveda; y, en el segundo, a Capa se le adelantó Balenziaga cuando se aprestaba a remachar una jugada de Piovaccari continuada por Saúl.
Un remate de Laporte dentro del área y un cabezazo de Aduriz supusieron la tímida respuesta del Athletic antes de multiplicar sus llegadas sobre el área de Xabi en el cuarto de hora previo al descanso de la mano de un tan insistente como desacertado Susaeta.
De todos los balones que rondaron la meta armera en ese último cuarto de hora el más peligroso fue un despeje de Albentosa sobre su propia portería.
Al regreso de vestuarios, el Eibar buscó de nuevo una contra que pudiese ponerle por delante, pero Arruabarrena llegó muy forzado a un centro de Piovaccari tras jugada iniciada por Saúl.
Respondió rápido el Athletic, que gozó de sus dos mejores ocasiones hasta entonces. Un remate de cabeza de Viguera solo y dentro del área pequeña en el que el delantero riojano saltó a destiempo; y un disparo de Aduriz, tras amagar una chilena, que Xabi mandó a córner.
Un nuevo contragolpe mal acabado del Eibar, esa vez por Capa, que disparó alto antes de entrar en el área, dio paso a un último cuarto de choque de acoso de un Athletic con bastantes más ganas que juego.
No le dio mucho de sí el tremendo dominio que mantuvo al conjunto rojiblanco, que no llegó a concretar ninguna ocasión clara para marcar, incluso ya con los descartados de inicio Ibai, De Marcos y Beñat sobre el terreno de juego.
