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¿Quién es el responsable?

El irregular inicio de temporada del conjunto verdiblanco pone en el punto de mira a tres prinicipales protagonistas del club

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  • Triunvirato -

Han bastado únicamente ocho jornadas para encender las primeras alarmas en lo referente a la planificación de la plantilla amén de las dudas ante los resultados y el juego ofrecido por el cuadro bético en este curso.

Si bien son los jugadores aquellos en los que debe recaer la principal responsabilidad; en el abanico de la crítica se ha abierto la veda en busca del causante del peor arranque liguero desde que Pepe Mel se hiciera con las riendas de los verdiblancos.

Y es que el técnico madrileño; pese a mostrar con creces su valía como entrenador al frente del equipo de las trece barras, denota en los últimos partidos una extraña percepción a la hora de ejecutar las rotaciones (innumerables en cada encuentro) y continuos cambios de sistema como solución a la carga de partidos que conlleva disputar dos encuentros a la semana.

En suma, el órdago a los futbolistas en rueda de prensa tras el choque frente al Getafe deja entrever cierto nerviosismo en su expresión.

Ahora, una vez constatado el periodo de baja de Rubén Castro para seis semanas confirmado este lunes por los servicios médicos, la llegada de un delantero otea en el horizonte, pues el error de planificación tendría que ser subsanado. Algo que compete de forma directa en Stosic.

El serbio parece ser el más señalado en la corriente de opinión pública. Y es que su capacidad para manejar el mercado ha estado siempre en entredicho. En su haber, los pocos recursos económicos con los que cuenta. En contra, la falta de visión a la hora de reforzar la plantilla en función del objetivo y su desconocimiento de la reglamentación europea en el asunto de los descartes.

Por último, es José Antonio Bosch Valero quien representa en este trío una labor capital como mandamás en su cargo de administrador judicial del paquete accionarial.

Alabado por muchos, el rédito del consejero en la reducción de la deuda y el trabajo procesal en la entidad de Heliópolis es intachable. Le reprueban, empero, aplicar en la gestión guarismos tangibles que no se ajustan a la realidad en el sino de una institución deportiva con el riesgo que eso supone en algo tan intangible como es el fútbol.

Todavía es pronto, pero el desacierto se puede pagar caro. Alguien ha de rectificar.

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