El Barça se coronó este martes campeón de la Liga ACB por la vía rápida tras desarmar en el tercer partido de la final, a base de triples y un juego más coral, a un Real Madrid que lo volvió a intentar todo pero que no pudo cerrar la temporada con un nuevo título por culpa de su mala tarde en el tiro, especialmente preocupante desde el perímetro y la línea de personal (82-93).
En una final tan equilibrada y que se había decantado a favor de los azulgranas por pequeños detalles, la diferencia en el tiro exterior fue determinante. Los blancos solo acertaron con cinco de sus veintiún lanzamientos y se dejaron nueve tiros libres, mientras que su oponente, que acabó con cinco hombres con diez o más puntos y Jan Vesely y Nico Mirotic como jugadores más destacados, anotó once tras veintidós intentos.
Como continuación de lo ocurrido en los dos primeros partidos de la serie, el tercer capítulo de la final comenzó eléctrico, con los dos equipos exprimiéndose atrás y peleando cada canasta hasta la extenuación, conscientes de lo que estaba en juego. Adam Hanga y Nico Laprovittola arrancaron como los hombres más entonados, con aportaciones puntuales de Dzanan Musa y Nico Mirotic, que mantenían de inicio el equilibrio en el marcador del WiZink Center.
Como se preveía, la igualdad vivida en el Palau se trasladó al recinto madrileño con un comienzo en el que se sucedían los empates a gran velocidad. El Barça no parecía tan fino desde el perímetro y su rival incidía en los fallos desde el tiro libre que pudieron costarle el segundo partido, acertando solo con dos de los seis que lanzó en los primeros diez minutos. El intercambio de golpes se reflejó en el 21-20 con el que se llegó al final del primer acto.
El juego se reanudó con un parcial de 1-9 a favor de los visitantes que obligó a Chus Mateo a llamar a sus hombres al banquillo al verse siete abajo tras tres minutos en los que su equipo no carburaba y seguía acusando su poco acierto en el tiro exterior. Causeur lo remedió con su primer triple de la tarde, aunque Satoransky, uno de los mejores de la eliminatoria final, se lo devolvió en la siguiente jugada.
La tensión aumentaba con el paso de los minutos. Saltaban chispas en ambas zonas y el ambiente se fue caldeando por varias decisiones arbitrales que fueron muy protestadas por la afición blanca. El Barça se mantenía arriba gracias a su férrea defensa y a su mayor control del rebote.
Mateo tiró de Sergio Llull como revulsivo y el balear le respondió de inmediato equilibrando de nuevo la batalla y revolucionandolo todo (31-31). Con ocho puntos del base en dos minutos y medio y nueve de Causeur en un gran segundo acto del francés, el equipo blanco se fue a los vestuarios con mejores sensaciones y una renta de tres puntos (41-38).
Abines tardó doce segundos en devolver las tablas al choque con un triple frontal y Jan Vesely, con seis puntos consecutivos, devolvió a los azulgranas el dominio del partido. Los aciertos se sucedían en ambas canastas en rápidas transiciones pero otros dos triples seguidos de Laprovittola y Mirotic volvieron a encender las alarmas en las filas del campeón de la Euroliga.
El base argentino, con su segundo acierto desde el arco y el cuarto sin fallo de la segunda parte de su equipo, obligaba a los anfitriones a no fallar para evitar que la brecha aumentase. Yabusele y Tavares se echaron al Real Madrid a sus espaldas y, a falta de tiro exterior, mantenían la incertidumbre gracias a sus puntos en la pintura (59-59).
Aún tenían combustible unos y otros para meter una marcha atrás en defensa, donde cada balón se disputaba como si fuese el último. El quinto triple azulgrana del tercer cuarto, con la firma de Kalinic, dejó todo por decidir para los últimos diez minutos de un espectáculo vibrante (66-67, min 30).
De nuevo salieron más inspirados los catalanes, que con un triple de Mirotic y una canasta de Jokubaitis amagaron con la escapada definitiva ya que, aunque su renta solo era de media docena de puntos, el reloj jugaba a su favor y su oponente seguía sin acierto desde la línea de 6,75 y dejándose tiros libres en el camino.
Llull volvió a la pista para intentar revolucionar el choque, pero ya era tarde. El Barça seguía golpeando a base de zarpazos desde todas las posiciones y contaba con un certero Vesely y con varios jugadores enchufados en el momento más oportuno, lo que no ocurría en un equipo local que se mantenía a rebufo gracias al dominio de Tavares bajo aros, lo que compensaba solo en parte los malos porcentajes de tiro de los blancos.
Un triple de Sergio Rodríguez a 2.11 del final, el primero de su equipo en el último cuarto, alimentó las esperanzas de los de Chus Mateo (80-85), pero la suerte ya estaba echada y los azulgranas remataron la faena comenzada en el Palau con su vigésima Liga, a la postre su único título de la temporada.
-- Ficha técnica
82 - Real Madrid (21+20+25+16): Williams-Goss (4), Hanga (4), Musa (9), Yabusele (10), Tavares (19) -equipo inicial-, Causeur (11), Rudy Fernández (), Hezonja (7), Sergio Rodríguez (3), Poirier (7) y Llull (8).
93 - Barça (20+18+29+26): Satoransky (8), Laprovittola (12), Abrines (2), Mirotic (14), Vesely (19) -equipo inicial-, Da Silva (4), Sanli (6), Kalinic (10), Kuric (3), Jokubaitis (13) y Nnaji (2).
Árbitros: Carlos Peruga, Benjamín Jiménez y Javier Torres. Sin eliminados.
Incidencias: Tercer partido de la final de la Liga ACB disputado en el WiZink Center de Madrid ante unos 11.965 espectadores.