El próximo 26 de septiembre, el camarín de María Santísima de Araceli abrirá sus puertas para que los devotos y fieles se despidan de la Patrona de Lucena y del Campo Andaluz. La imagen será trasladada a Córdoba capital para su restauración un día después. Tras la celebración de la Misa de Ofrenda de Frutos en el Real Santuario Diocesano de Aras de Lucena, el camarín abrirá ininterrumpidamente hasta las nueve de la noche.
Con esta intervención, que tiene como premisa el respeto a la imagen y el interés porque la intervención pase desapercibida, se solventarán los problemas que a lo largo de las últimas décadas se han ido acentuando para, de este modo, asegurar que su devoción perdure en el tiempo.