Sol, playa, gastronomía y entorno natural privilegiado. Pero Conil ofrece mucho más durante el verano. De hecho, el municipio cuenta con una agenda cultural estival realmente impresionante. Es amplia y de calidad... y es gratuita. Sobre cultura, y también sobre educación, hablamos con la responsable municipal Ana Isabel Moreno Ortega. La edil tiene clara la importancia de acercar la cultura al pueblo y alejarla de un estatus de privilegio. Tras esta entrevista solo podemos decir que es una maravilla encontrar tanta pasión por el desarrollo de una labor pública. Para quitarse el sombrero, de veras...
Llega una nueva temporada estival y durante este pasado mes de julio y ahora durante el mes de agosto, hay actividades culturales todos y cada uno de los días… ¿cómo se ha estructurado?
–Lo primero es que hemos realizado una agenda con muchísimo cariño, escuchando al público. Suelo acudir a casi todos los actos, no voy a decir a todos porque también tengo vida (risas), pero sí a casi todos los actos para escuchar a la gente cuando sale de los espectáculos, algo que es gratificante. Es una concejalía muy gratificante porque es bonito ver que el público sale feliz, con ganas de más. Y es el público el que te dice lo que va demandando. También realizamos mucha autocrítica de un año para otro, viendo lo que funcionó y lo que no. Así diseñamos la agenda. El objetivo es hacerlo cada año mejor.
Está estructurada según el día, ¿no?
–Sí, cada día de la semana está dedicado a algo. Los lunes, al cine familiar. El martes, un ciclo de cine dirigido por mujeres españolas. El miércoles, flamenco, que es un clásico con un público muy fiel. Los jueves está dedicado al público infantil y al teatro. El viernes y el sábado alternamos entre música y teatro. Y los domingos están dedicados a las distintas academias de baile de Conil. Por otro lado, los jueves en la Torre de Guzmán llevamos a cabo presentaciones literarias del programa ‘Conil lee en la playa’. Esa es la estructura.
¿Qué destacaría de la misma?
–La apuesta siempre por los artistas locales…
¿Es una apuesta anterior a la pandemia o en la misma se reforzó?
–En la pandemia se reforzó. Se hizo una agenda de recursos culturales donde podían registrarse todos los artistas de la localidad, básicamente para conocerlos porque a todos no los conocíamos. Así también les podíamos ayudar. A todos los que nos traen un proyecto a la Delegación de Cultura le buscamos un hueco en la agenda porque entendemos que las administraciones públicas, y más aún un ayuntamiento, debe velar por sus artistas. Me parece injusto el dicho ese de que nadie es profeta en su tierra y creo que todos deben tener la oportunidad de exponer su trabajo en su pueblo. Entendemos perfectamente que no le estamos salvando la vida a nadie, pero si es importante que sepan que tienen un peso importante en la agenda cultural de Conil.
También destacó en la presentación de la agenda que no estaba pensada solo para el turista, sino para el disfrute de todo el pueblo…
–Sí. La cultura es un referente en Conil. Es un complemento a la oferta turística. Son muchos los que vienen buscando la agenda cultural. Hablamos de una agenda amplia, de enorme calidad y gratuita, algo que estoy convencida que no ocurre en ningún otro sitio. Nos sentimos muy orgullosos y eso se valora mucho por parte de los turistas. El decir que todas las noches tenemos la posibilidad de asistir a un acto cultural. Pero aún sabiendo que es un referente, cuando hacemos la agenda, sinceramente, yo pienso más en el público de Conil. Tenemos un público asiduo, hemos creado ese hábito, ese consumo de cultura en directo. Lo hemos creado poco a poco, con esta política de que la cultura no es un privilegio, sino una necesidad, y como Ayuntamiento tenemos la responsabilidad de acercarla al pueblo. En la pandemia lo vimos. Se echó de menos la cultura. Ahí nos dimos cuenta de la importancia de la cultura.
Quizás es que se daba por sentando, estaba ahí, y cuando faltó nos dimos cuenta de su importancia, ¿no?
–Sí. Tenemos un público muy asiduo de aquí del pueblo que asiste prácticamente a todos los actos culturales. Dicho esto, entiendo que también es un referente, que es un complemento a la oferta turística, pero sí que es verdad que cuando planteamos la agenda, pensamos en el público de Conil.
La cultura no es un privilegio, es una necesidad, aún así para que sea gratis un Ayuntamiento debe realizar un enorme esfuerzo y una inversión económica…
–...Enorme, claro porque, lógicamente, la cultura no es gratis, es un sector económico. Hay que darle el valor que tiene. La cultura depende de miles de personas y este Ayuntamiento, cuando hacemos que sea gratis, lo es porque nosotros cubrimos ese coste y ello se debe a la gran apuesta de este equipo de Gobierno por la cultura. Prueba de ello es el lugar privilegiado que le hemos dado a la cultura, como es La Chanca, Santa Catalina… todos los edificios emblemáticos están dedicados a la cultura. Ese el lugar que debe tener la cultura que es imprescindible para el desarrollo de una sociedad y es el motor de una sociedad libre. Ese es nuestro pensamiento e ideología.
Otro de los aspectos de la agenda en su vocación familiar y de reunión…
–Hablamos de un tiempo perfecto, de ocio, con días largos, el tiempo acompaña (siempre que no sople fuerte el levante...) y somos más propensos a salir y asistir a actos culturales. También tengo que decir que la agenda cultural es verdad que en verano es enorme, son 76 actos los previstos, pero la agenda se desarrolla durante todo el año. Llevamos presentando agenda desde febrero. Todos los meses hay actividades culturales, lógicamente sin la magnitud de la del verano porque un lunes en octubre no funciona. Pero cultura tenemos durante todo el año.
Decía Agustín Conejo, presidente de la ELA de Zahara, que cuenta con playas, con gastronomía, referentes ya para la llegada de turistas, pero que veía la cultura como base del futuro. ¿Qué opinión le merece esa reflexión?
–Totalmente de acuerdo y es lo que ponemos en práctica en Conil desde hace muchísimos años. Es un pilar fundamental. Educa e incentiva el espíritu crítico. No queremos tener una sociedad manipulable. En ese sentido, creo que es importante la calidad de los espectáculos. Ya no es cuestión de cantidad, sino de calidad. Creo que es importantísimo que cuando el público salga tenga ganas de más para que vuelva. Si te aburres, o no te llega, o no te interesa, no vuelves.
Claro, y al asistir a los actos te empapas de esas opiniones y gustos…
–Sí, de lo que van diciendo y comentando. Hay gente que te dice directamente mira, vi esta obra en Asturias, a ver si te la traes. Además, soy muy meticulosa a la hora de trabajar. Me leo hasta el argumento de la película, el tráiler, quién es el director, todo está estudiado. Igual con todos los espectáculos, sus temáticas, sus actores, cuáles son las compañías. Creo que es importante no dejarlo al azar. Conlleva un trabajo de muchos meses. Cuando comienza la actividad cultural aunque parezca mentira es el descanso. Ahora es cuando vamos a disfrutar, es como cuando se abre el telón. Todo el trabajo es previo y lo de ‘descanso’ es entrecomillas, pero es para que se me entienda.
La cultura también ayuda a desestacionalizar el turismo de sol y playas, ¿no?
–Atrae y mucho. Quizás no a personas que vivan muy lejos porque para un fin de semana no les merece la pena, pero sí para los pueblos y municipios cercanos. Es algo que nos pasa. Cuando realizamos actividades en la Casa de la Cultura vienen muchos vecinos de Vejer, de Barbate…
Aparte está el programa ‘Conil lee en la Playa’…
–Sí, un programa que cumple ya trece años. Es un convenio de colaboración con la editorial ‘Atrapasueños’ y que todos los años nos traen presentaciones literarias muy interesantes. Vienen los autores a presentar sus libros. También hacen una apuesta por la música de autor y este año contamos con un recital poético de Juan José Téllez acompañado por Lucía Sócam, que es una voz maravillosa, y además va a venir Rosalén, lo cual nos hace muchísima ilusión. Será en La Chanca el 21 de agosto.
Y hay más novedades para el verano...
–Sí, vamos a contar con la lírica. Vamos a traer una ópera. Nunca antes habíamos contado un la ópera en la Chanca. Por un lado, ‘Caperucita Roja, mi primera ópera’, que es para acercar el mundo de la ópera a los niños con música de obras de Mozart. Luego hay otra obra que es ‘Liribélula’ que es una maravilla. Ha sido premiada en certámenes internacionales. Tuvimos la oportunidad de hacerlo y dijimos por qué no.
¿Cómo se enfoca, tras la agenda del verano, un nuevo curso cultural a partir de septiembre?
–Si te digo la verdad casi tenemos completada ya la agenda del presente año. Siempre hay cosas que van surgiendo. Pero los días internacionales, como el del flamenco, el de la música, los tenemos todos programados. El mes de septiembre lo tenemos programado. Una de las cuestiones que funcionan todos los años y que surgió de los presupuestos participativos pero que lo hemos asumido por su aceptación, es la puesta de sol con música. Es una maravilla ver la puesta del sol en Conil en septiembre desde el Parque de la Atalaya con música de fondo. Es un privilegio, es muy bonito. Lo hacemos ya todos los septiembres. Luego contamos con otras propuestas de presupuestos participativos como rincones con música, balcones con música, actividades que van surgiendo y las vamos organizando. Pero la programación en sí la tenemos prevista.
La biblioteca también se ha convertido en un espacio cultural de primer nivel…
–Sí, contamos con muchísimas actividades culturales. Las mañanas de los sábados destinadas sobre todo al público infantil hay cuentacuentos, talleres….
¿Qué tipo de talleres?
–De todo. De teatro, de fotografía, de cine, de narración oral, de cómic, de astronomía…
¿Estáis satisfechos con las instalaciones de la Biblioteca?
–Lo que estamos haciendo, sobretodo, es dinamizarla. Hemos creado muchas secciones nuevas. Todas las que están a la entrada son nuevas, biblioteca violeta, LGTBI, los libros más vendidos. La biblioteca no puede ser un lugar muerto, donde los libros permanecen años y años sin modificaciones. Hay que darle vida para que la gente siga viniendo. Y funciona, se ha multiplicado el número de usuarios. Eso es importante. Está la sala de informática con cursos gratuitos durante todo el año para todos los segmentos.
Cuando habla con los sectores culturales de la localidad, ¿qué es lo que más le demandan?
–Nosotros lo que hacemos, antes de la programación del verano, sobre marzo y abril, nos reunimos con las mesas de la cultura. Una única es inviable. Son muchos y diferentes y no están asociados. Lo hacemos por sectores. La mesa de la música, del flamenco, de las artes plásticas… Y lo que nos demandan es que es un mundo muy incierto donde tienes trabajo hoy pero mañana no lo sabes. Pero es que el mundo cultural es así. Y su máxima preocupación es la continuidad en el trabajo. Es complica y es algo que ocurre aquí y en cualquier sitio. Es complicado dedicarse única y exclusivamente a la cultura. Y muchos tienen trabajo que compaginan con su actividad cultural. Es difícil vivir de la cultura.
¿Reciben apoyo del resto de administraciones públicas?
–Tenemos buenas relaciones. Contamos con algunas subvenciones. De la Junta contamos con el Enrédate, un programa que cuenta con un catálogo de espectáculos inmenso y dentro del mismo podemos elegir. Te subvencionan la mitad del espectáculo, que también está muy bien. Y luego con la Diputación también nos podemos acoger a sus programas, y a veces lo destinamos a talleres, otras veces a espectáculos, dependiendo de las necesidades de la programación de ese año.
¿Siempre se le ha dado esa importancia a la Cultura en Conil?
–Izquierda Unida siempre ha tenido claro ese acercamiento de la cultura al pueblo.
En otros ayuntamientos es como la asignatura ‘maría’…
–Nosotros no le damos esa calificación a la cultura, ni muchísimo menos. Al contrario. Y se ve en la inversión y la importancia que le damos. Mira dónde está ubicada la cultura en Conil. Solo el espacio que ocupa ya es importante. No es la asignatura ‘maría’, sino es algo imprescindible. Siempre lo digo, no se trata de que la cultura sea para el privilegiado que pueda costeársela, sino que está para que todos podamos asistir y disfrutar de ella. Que una familia con cuatro hijos pueda ir a ver una película, una obra de teatro o un concierto.
Por otro lado, junto a la agenda cultural, están las salas de exposiciones…
–Sí, que están abiertas todo el verano. Contamos con veinte exposiciones desde Semana Santa hasta octubre. Todas las salas expositivas están abiertas. Raíces Conileñas, Torre de Guzmán, La Chanca y Santa Catalina. Además con diversidad de temática. Unas veces pictóricas, otras esculturas. Son artistas que vienen a la delegación, traen su proyecto, y si vemos que tienen cabida en nuestras salas, pues encantados. Es una oportunidad para conocer a grandes artistas de la zona y de fuera, que vienen a veranear y aprovechan su estancia.
Respecto a Educación, porque aunque parezca que no, septiembre está a la vuelta de la esquina, ¿en qué situación se encuentran los centros educativos?
–Bueno, antes de que concluya el curso escolar, cada colegio nos pasa una relación con las necesidades que van a tener, es decir si necesitan pintar o cualquier otro mantenimiento. Y nosotros aprovechamos el verano para llevar a cabo este tipo de obras. Estamos en ello, realizando todas las tareas de adecuación de los colegios para que cuando lleguen los niños esté todo listo y se queda algo que sea por fuera para no interrumpir el día a día. Y esa es nuestra competencia en Educación, pero no solo nos centramos en eso. Tenemos una gran relación con todos los centros. Cada vez que necesitan algo me llaman. Y al contrario, igual. También contamos con un programa para llevar al alumnado al teatro. Son cosas que vamos a seguir haciendo desde el Ayuntamiento.
Las competencias en Educación recaen en la Junta. ¿Ha notado cierta relajación en las políticas autonómicas respecto a la escuela pública?
–Muchísima. Vivimos un proceso de desmantelamiento total de la educación pública.
¿Lo nota?
–Totalmente. El problema que nos encontramos cuando nos reunimos el comité de escolarización es que las aulas están saturadas. La ratio es enorme. Y cada año a peor. Ya en septiembre empezamos con clases que han superado la ratio máxima legal (25 alumnos) y eso sin contar las matrículas sobrevenidas que todos los años hay y más aún en un pueblo como Conil. Ese es el principal problema. Otro gran problema son los monitores Petis (Profesionales Especialistas Técnicos de Integración Social) para niños que necesidades especiales. Es un problema sangrante. No puede haber un monitor Petis para siete alumnos. Siete alumnos de los cuales algunos necesitan que haya una persona constantemente con ellos. No podemos hablar de escuelas inclusivas sin monitores Petis para atenderlos en la forma y en el tiempo que necesitan estos alumnos. Los maestros hacen todo lo que pueden pero están sobrepasados. Son 25 alumnos por clase, algunos con necesidades especiales. No pueden hacer más. Creo que hay una tendencia que la marca la Comunidad de Madrid y es el desmantelamiento de la educación pública, mercantilización de la educación y favorecer a la educación privada.
Son muchos los ayuntamientos que se quejan de la eliminación de líneas educativas…
–Aquí ha pasado y pasa también. El curso anterior eliminaron una, este año otra. Ahora han vuelto a reponer la línea del pasado año, pero se exige una continuidad. Que hay una bajada de la natalidad, es real. Pero esa bajada de natalidad es una oportunidad para reducir la ratio. Es así de sencillo. Pero no es rentable. Pero la educación no se puede medir en términos de rentabilidad. Una ratio grande en un aula repercute en la calidad educativa. Es así de sencillo. En el colegio donde se han eliminado líneas, el Menéndez Pidal, es de educación infantil. Niños que aún no tienen autonomía. Algunos van con pañales. Y si hablamos de 25 ó 26 alumnos, donde hay una línea de educación especial, se junta todo. Y ahí es donde han recortado.
Estas quejas, ¿han sido trasladadas a la Delegación Territorial de Educación?
–Infinidad de veces.
¿Y la respuesta?
–La mayoría de las veces no hay respuestas. Y otras veces la respuesta es que es cuestión de números. Es decir, rentabilidad. Esa es su respuesta.