Cuando Álex de la Iglesia tiene que explicar algo, no recurre a elaborados discursos ni a sofisticada tecnología de diseño gráfico. Toma lápiz y papel y a través de los dibujos da instrucciones claras de cómo quiere o imagina algo, una faceta como dibujante que explora ahora una íntima exposición inaugurada este martes en la Filmoteca Nacional de Madrid.
“Es su lenguaje. Él está continuamente dibujando. Es un rasgo de su carácter y, cuando tiene que explicar algo, te lo dibuja, aunque sea al pie de una servilleta. Es su medio de comunicación”, cuenta a Efe Arturo García, “Biaffra”.
Director artístico en las películas del cineasta, conoce bien a De la Iglesia (Bilbao, 1965) desde que eran jóvenes y es por ello que se atrevió a cumplir el encargo de curar la muestra “Alex de la Iglesia. Del cine como una de las bellas artes”, que inaugurarán esta noche el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y el propio cineasta, quien ha estado muy vinculado con la exposición.
Puesto que De la Iglesia es “un poco Diógenes” y “guarda todo desde el principio”, explica Biaffra, tenía mucho material acumulado y “no había hecho una labor de clasificarlo". “De todo, lo que más me ha costado es sacar de entre todo el material al que me enfrenté las cosas más interesantes para el público, qué quedarme y qué quitar, porque material habría para llenar varias salas como estas”, cuenta García.
Fotos Polaroid de los muertos de "Perdita Durango" (1997) con las que antiguamente se hacía la continuidad entre secuencias, algo del atrezo utilizado en proyectos como “El día de la bestia” (1995), su reciente serie "30 monedas" o las espectaculares máscaras negras con cornamenta que aparecen en su último proyecto, "Veneciafrenia" (que se estrenará el 26 de noviembre), son algunos de los objetos que pueden verse en la muestra.
Pero “lo más interesante que aquí se puede encontrar es conocer a Álex a través de sus dibujos, que es una faceta que todo el mundo conoce, todo el mundo habla de Álex como gran dibujante de cómics, pero luego todo el mundo no se si la tiene tan presente como se va a ver aquí. Nos hemos centrado en sus 'storyboards', en sus dibujos y anotaciones, a veces hasta en sus garabatos. Y eso da una visión muy bien de las obsesiones, de la personalidad de Álex", explica García.
Unas obsesiones y un estilo definido que, como se recuerda en la muestra, provocan la perseverancia en sus temas: la España como juego y tragedia, la naturaleza carnavalesca de la vida y los aspectos más grotescos del ser humano, todo ello desde una decidida visión humanista.
La retrospectiva, indica "Biaffra", realiza un recorrido cronológico por la mayoría de sus películas “para que se vea su evolución y continuidad en ciertas cosas". "Hemos decidido buscar un lema, una frase sacada de la propia película que la definiera un poco, por ejemplo, 'No tiene ni puta gracia', en el caso de 'Muertos de risa'" (1999).
En la exhibición también hay lugar para los primeros años del cineasta ganador del Goya al mejor director en 1995 por "El día de la bestia", para el Bilbao de los años 80 en el que desarrolló una frenética actividad previa al cine con publicaciones de cómics y proyectos culturales como la Safi Galeri, el espacio de creación multidisciplinar.
Para esta parte, señala García, ha habido que "tirar de contactos de la época" para conseguir documentos.
O su primer corto, “Mirindas asesinas”, que es considerado una de las piezas fundamentales para trazar la genealogía del corto fantástico español en la última década del siglo XX, o “Acción mutante”, su primer largometraje.
La muestra podrá visitarse desde el 6 de octubre hasta el 16 de enero de 2022 y se suma a la programación del cine Doré, que desde septiembre y durante todo el mes de octubre dedica una retrospectiva al director de "Balada triste de trompeta" y "La comunidad".