Con un escaso mes de preparación. Así se llegaba a la jornada del 14 de agosto en Chiclana con una Magna Mariana sobre el papel en la que algunos elementos no cuadraban desde el principio y es que en el panorama organizativo previo al evento han sido muchos los fallos que se han tenido que ir subsanando sobre la marcha.
Además de estos errores la climatología ha querido poner también una traba con la continuación del fuerte viento de levante sobre la localidad chiclanera que ha influido negativamente en el devenir de los cortejos por cada uno de sus itinerarios además de exponer los distintos pasos con las candelerías totalmente apagadas.
A las seis y media de la tarde daba comienzo la magna jornada cofrade en Chiclana con la salida de la Virgen del Dulce Nombre desde Fuenteamarga que suponía ya de por sí un hecho histórico siendo su primera salida procesional.
Hasta la plaza del Retortillo fueron llegando cada una de las doce representaciones de la Santísima Virgen encabezados por el Simpecado de la Hermandad del Rocío que iba abriendo camino a este amplio cortejo con el sonido inconfundible de los piteros de la Hermandad Matriz de Almonte.
Tras el Simpecado se fueron sucediendo cada una de las representaciones de la Virgen que van desde la advocación del Carmen en sus referencias de San Sebastián o la Atunera de Sancti Petri hasta las que conforman los distintos pasos de palio de la Semana Santa de Chiclana como la Virgen de las Lágrimas de Humildad y Paciencia o la de los Dolores del Nazareno.
El principal fallo organizativo que se preveía se cumplió y es que el cortejo llevó media hora aproximada de retraso en cada uno de los puntos que se fue ampliando incluso en algunos minutos más en algunas zonas del recorrido.
Muchas fueron las estampas inéditas que se pudieron ver en esta jornada del 14 de agosto en Chiclana y que a buen seguro tardará mucho tiempo en repetirse.
La Virgen de los Remedios presidió en un altar en San Telmo el paso del cortejo oficial que iba parando en este punto para realizar una oración que se acompañaba de una reflexión sobre la advocación correspondiente así como la lectura de una pequeña semblanza de cada una de las doce representaciones de la Virgen.
A las doce de la medianoche -media hora después de lo estipulado- la Virgen de los Remedios partía hacia el interior de San Telmo finalizando el recorrido oficial de la Magna.
Desde aquí cada una de las imágenes participantes con sus respectivos cortejos iniciaban el camino de regreso a sus templos en lo que se ha convertido en el epílogo de una histórica jornada cofrade en Chiclana.