A los amantes del buen comer y del bien decir fue el título de la conferencia impartida por Francisco Melero Mora, Licenciado en Filología Hispánica y vocal de Investigación y Cultura de la Cofradía Gastronómica Los Esteros, en la Venta de Vargas de San Fernando con motivo del cuatro centenario de la muerte de Cervantes.
Independientemente del mal fario que pueda tener celebrar el cumpleaños de la muerte de alguien, Francisco Melero habló de la rica gastronomía que se recoge en la obra cumbre de Miguel de Cervantes,
El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y la descripción que se hace de los guisos típicos de la Mancha que pudieran convertirse en recetas listas para cocinar.
Obviamente, tratándose de Melero, el latín estuvo muy presente y no sólo detalló la parte gastronómica, el buen comer, sino el bien decir explicando el verdadero sentido de las palabras y su origen latino, así como su evolución y uso actuales.
Al final del acto tuvo lugar una degustación de platos de la época de Cervantes, lo que comían y bebían el ingenioso hidalgo Alonso Quijano, su escudero en su locura de Don Quijote, Sancho Panza y la propia Aldonza Lorenzo, cuando era y no era Dulcinea del Toboso. Amén del propio Cervantes y muchos de cuantos lo criticaron, odiaron y amaron, que todo eso viene de lejos.
Tres chef bajo la dirección de Pepe Oneto se encargaron de la comida y los comensales y asistentes a la conferencia se pudieron llevar cuatro recetas y aprender cómo se hacen las migas, según Juan Luis Collantes; los duelos y quebrantos, según Miguel Ángel Casanova Prieto y el salpicón y la olla podrida, según Miguel Ángel López Muñoz.
Para todos hubo un reconocimiento público por parte de la Cofradía Gastronómica Los Esteros, así como para Sebastián Aragón, representante de la bodega chiclanera Manuel Aragón. Sobre el escenario estaban la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada y el alcalde de Chiclana y presidente de la Mancomunidad de la Bahía de Cádiz, José María Román y en un momento determinado, porque el escenario no da para más, subió Juan Tamariz para entregar el reconocimiento al gerente de la Venta, Lolo Picardo. Al que no hizo desaparecer como anunció previamente el mantenedor del acto, Antonio Montiel.
José Oneto se dirigió al respetable para dar a conocer cuáles son los objetivos de la Cofradía Gastronómica Los Esteros, que no son otros que promocionar lo bueno que tienen las poblaciones de la Bahía en modo positivo. Todo eso mientras mucha gente –decía Oneto- se dedica a criticar y a decir que no se hace nada. Y cuando se hace, también se critica.
Por cierto, se sortearon dos ejemplares del Quijote.