CSIF Cádiz ha mostrado su total apoyo y solidaridad a todos los trabajadores del Hospital de La Línea, en particular a los vigilantes de seguridad privada que fueron heridos ayer, tras el asalto que se produjo por la tarde, cuando un grupo de encapuchados entró para liberar a un detenido que esperaba a ser atendido en Urgencias. Los dos vigilantes agredidos presentan contusiones y están actualmente de baja por la violencia que emplearon los asaltantes.
Para CSIF, sindicato mayoritario en la empresa de seguridad (Clece) de los centros sanitarios de la provincia, este intolerable episodio vuelve a poner en entredicho la voluntad tanto de la empresa como del Servicio Andaluz de Salud de garantizar la integridad de los profesionales y de los usuarios. Desde CSIF se lleva años reclamando, mediante escritos y denuncias públicas, un aumento efectivo de personal de seguridad así como más medios materiales que ayuden a evitar daños mayores en casos como el ocurrido ayer.
La Central Sindical lamenta que hoy, la empresa ha trasladado a uno de los dos vigilantes que hay en el nuevo Hospital de La Línea al nuevo centro hospitalario, “desvistiendo un santo para vestir a otro”. Los trabajadores desconocen si esta medida, que deja el nuevo hospital con un solo vigilante para todo el centro, se va a mantener en el tiempo o sólo es una medida temporal de urgencia. Así, ante esta situación de incertidumbre, los profesionales se sienten indefensos y claman por un apoyo categórico por parte de la empresa encargada del servicio y de la propia Administración sanitaria.
Tal y como se denunció hace unos meses, los vigilantes de seguridad exigen que se les dote de espray de gel, chalecos anti punción y paletasdetectoras de metales para la entrada de las zonas críticas (como las Urgencias), además de, al menos, un vigilante adicional para cada centro sanitario de toda la comarca del Campo de Gibraltar.
CSIF espera que los responsables de la seguridad privada tomen cartas en el asunto cuanto antes y no esperen a que vuelva a ocurrir un episodio de violencia como el que vivieron ayer los trabajadores del Hospital de La Línea y sus usuarios.