El alcalde, José Ignacio Landaluce, ha visitado las obras que se realizan para suprimir el paso a nivel de la Cañada de los Tomates con el objetivo de conocer los detalles sobre la misma, su evolución y la cronología de los trabajos.
Landaluce ha recordado que se trata de otro de los proyectos fundamentales para la ciudad y muy demandados por la Asociación de Vecinos “El Cisne”, que este equipo de gobierno se encontró paralizado, al igual que otros muchos, y al que tuvo que dedicar un gran esfuerzo y realizar multitud de gestiones ante el Ministerio de Fomento y Adif para lograr su reactivación. “Nos encontramos con una obra paralizada por la quiebra de la empresa que las ejecutaba, y fue necesario rescindir el contrato anterior, redactar y cuantificar el nuevo proyecto, y repetir el trámite de adjudicación. Ha costado mucho tiempo, esfuerzo, ganas e ilusión, pero si las cosas se persiguen, al final se logran”, manifestó.
El alcalde se refirió a que casos similares han sido el nudo de Pajarete, Misioneras Concepcionistas, el colector, la recuperación de los proyectos del acceso norte y sur, “y tantos otros que nadie ha sido capaz de resolver y que este equipo de gobierno, en tan solo cuatro años, y con la estrecha colaboración del Gobierno de España y con su generosidad ha sido capaz de ejecutar en algunos casos, y de sentar las bases para su realización, en otros”.
La supresión de este paso a nivel se enmarcó en un compromiso de la Administración de mejorar la seguridad en el ferrocarril, y se incluyó en un Plan de Supresión y Mejora de Pasos a Nivel del Ministerio de Fomento. Las obras se adjudicaron la primera vez a la empresa Bruesa Rail, que se declaró en quiebra y, tras años paralizada, se logró volver a adjudicar la primavera pasada a la UTE formada por Covop y Vía Civil por importe de 933.000 euros.
El proyecto consiste en la construcción de un paso inferior bajo la vía del ferrocarril que servirá para que los tráficos peatonal y rodado no tengan que atravesar la vía y no dependan del paso de los trenes. Unirá la Cañada de los Tomates con la avenida Aguamarina y constará de dos carriles de 3,50 metros, acerado de 2 metros en un lateral y arcenes de un metro a ambos lados. También incluye la construcción de una glorieta de conexión con la red viaria existente en su intersección con la Avenida Aguamarina, que también dará acceso a la calle Félix Rodríguez de la Fuente.
Las obras, que actualmente están a un 50 por ciento de su ejecución, sufrieron múltiples desperfectos durante el tiempo que estuvieron paradas, por lo que la empresa adjudicataria ha tenido que dedicar una primera fase a la reposición de los pilotes y vigas de coronación que estaban dañadas. Una vez subsanado los daños, la empresa ha procedido, entre otras cosas, al hormigonado de los espacios entre pilotes; ha construido escolleras en algunas zonas para la sujeción de los taludes; y va a proceder a la eliminación de dos torretas de tendido eléctrico, instalando previamente las condiciones subterráneas para unir ambos lados de la vía sin necesidad de tendidos aéreos. Hoy día puede verse como será el trazado definitivo de la glorieta, ya que se han colocado los bordillos de la misma y de los acerados del nuevo viario.
El alcalde ha solicitado que se prolongue el acerado hasta conectar con el ya existente en la Cañada de los Tomates para garantizar la seguridad del peatón.
