La operación se ha desarrollado en las provincias de Cádiz, Madrid, Valencia, Castellón, Mérida, Sevilla, Córdoba y Huelva y se investiga a 14 personas
La Guardia Civil ha desarticulado una red dedicada a la importación y posterior distribución comercial en España de ron falsificado, en la que se han incautado más de 21.000 botellas con un valor de más de 316.000 euros.
Según informa la Dirección General de la Guardia Civil, la operación se ha desarrollado en las provincias de Cádiz, Madrid, Valencia, Castellón, Mérida, Sevilla, Córdoba y Huelva y se investiga a 14 personas por delitos contra el patrimonio y el orden socio-económico relativo a la propiedad industrial.
La investigación comenzó cuando los agentes detectaron en Chiclana de la Frontera (Cádiz) que se introducían en el mercado importantes cantidades de botellas de ron, bajo la apariencia de una prestigiosa marca comercial.
Posteriormente se comercializaban a un valor muy inferior al del mercado, hecho que quedaba patente en los albaranes, aunque esa reducción en el precio nunca llegaba al comprador final.
Asimismo, las distribuidores de las bebidas no eran las habituales en esa marca de alcohol.
Los responsables de los locales donde se incautaron las bebidas alcohólicas conocían el origen de éstas e incluso priorizaban su venta por encima de las originales, señala la Guardia Civil, ya que colocaban los licores en cajas que quedaban muy al alcance del comprador.
Todas la mercancía compartía el mismo número de lote, sin importar la provincia o la fecha en la que se hiciera la inspección.
Técnicos de la marca de ron falsificada y del Laboratorio Enológico de Jerez de la Frontera colaboraron con la Guardia Civil para verificar la falsificación del producto y descartar también la existencia de cualquier sustancia nociva en las botellas analizadas.
Las bebidas alcohólicas procedían de Valencia y Castellón, donde los agentes incautaron gran cantidad de botellas de las mismas características y abundante documentación.
Esos documentos sirvieron a la Guardia Civil para avanzar en la investigación y dar con diez empresas con sede en Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga y Córdoba, así como otras a nivel internacional, responsables de la entrada de la mercancía en España.
Muchas de ellas eran empresas "pantalla", apuntan, con las que pretendían evadir una investigación y eludir la responsabilidad criminal en la que incurrían.
Las empresas, con sede social en la provincia de Castellón en su mayoría, defraudaban en el pago del IVA por la importación de dicho ron, lo que les daba mayor margen económico para conseguir ganancias.