Cuando las instituciones van de la mano con la iniciativa privada la música suena mejor. Y así es como se ha planteado la rehabilitación del número 4 de Doctor Marañón, cuyos inquilinos están realojados en la primera fase de Matadero, para convertirlo en escaparate de una técnica pionera a nivel europeo en favor del ahorro energético.
Los fondos llegan a través de Europa. La Universidad de Cádiz se ha encargado de labor de investigación a cargo de Francisco Sánchez de la Flor, director del equipo de Ingeniería Térmica de la UCA. El Ayuntamiento pone la finca, que tendrá que rehabilitar también con fondos europeos y que albergará 28 viviendas. Con esta casa “escaparate”, a modo de ensayo, se prepara la ciudad para cumplir con la obligatoriedad de la normativa europea teniendo como límite 2020.
Mientras tanto, Acciona Construcción, a través de su Centro Tecnológico de I+D, coordinará las actividades de demostración incluidas en el proyecto RECO2ST y liderará la integración de las tecnologías y de los sistemas de monitorización empleados. Además, participará en el diseño de una metodología que utilizará el paradigma IPD (Integrated Project Delivery, entrega de proyecto integrada).
Se trata del primer edificio de Europa demostrador para clima cálido, de la mano del proyecto de investigación europeo ReCO2ST por el que una construcción de viviendas sociales se convierte en modelo internacional para alcanzar objetivos de emisiones de CO2 y consumo de energía casi cero.
Se cuenta con un presupuesto de más de 8,5 millones de euros (de los que 1,3 millones irán a Cádiz); supondrá un ahorro en energía de 5.017euros al año, es decir, un 98 por ciento del total que se gasta. Asimismo, la amortización, según los datos técnicos facilitados por la Universidad será en cuestión de 14,8 años.
ReCO2ST es un proyecto de I+D+i pionero y sin precedentes en Europa, adscrito al Programa Marco de Investigación e Innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea dentro del Subprograma de Eficiencia Energética en Edificios.
En el caso español, esta plataforma de evaluación de rehabilitación de edificios residenciales que tendrá un plazo de cuatro años – tal y como ha anunciado el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo – persigue alcanzar “objetivos de emisiones de CO2 y consumo de energía casi cero con un coste óptimo y con “criterios de confort térmico y salud para sus ocupantes”.
La técnica, explicada por el director del equipo de investigación consiste en “emular el efecto del sudor en el edificio, a través de una cámara de aire que desde el exterior no se ve, pero que permitirá enfriar el edificio”. Con estas palabras menos técnicas explicaba el modus operandi que permitirá tener temperaturas de entre 20 y 18 grados (en invierno), así como entre 25 y 28 grados (en verano, sin necesidad de aire acondicionado), dependiendo del grado de ventilación de las viviendas. De esta forma se lleva a cabo una apuesta por la innovación, la concienciación medioambiental y el trabajo en equipo, explicó el rector de la UCA.
Dentro de la labor que requiere este proyecto pionero está llevar a cabo una labor de concienciación entre quienes vayan a residir en las viviendas, de tal forma que se les ofrecerá unos cursos de formación para que consigan los efectos en materia de ventilación que permitan el ahorro energético. La previsión es que a final de año empiece la obra, por parte de Procasa.