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Duro, caótico, desastroso. Los cuatro sindicatos que forman parte de la Mesa Sectorial de la Sanidad Pública, CCOO, UGT, CSIF y Sastse, no ahorran adjetivos del verano que espera a los gaditanos y turistas en los centros de salud y hospitales de la provincia por el Plan de Vacaciones insuficiente para ofrecer una asistencia de calidad.
La cifra de 403 profesionales menos con respecto a la temporada estival del año pasado sostiene este alarmante diagnóstico de la situación que encara el servicio público.
Cádiz es, de largo, la provincia andaluza que sufre un mayor recorte en recursos humanos durante los meses de julio y agosto en el conjunto de Andalucía, coinciden Alfonso Campos, David Fernández y Alberto Puyana, representantes de CCOO, UGT y CSIF, respectivamente, durante la entrevista que ofrecieron a Pedro Espinosa, director y presentador de La Orilla, en 7TV en la noche del martes.
Las tres voces mantienen un discurso monolítico, sin fisuras, fruto del entendimiento ante lo que consideran una brutal agresión contra la Sanidad Pública por parte del Gobierno de Juanma Moreno.
Advierten de que no hay motivación política en torno a sus denuncias y las movilizaciones iniciadas en abril, cuando se registró la primera huelga en el sector sanitario, y continuadas el 5 de junio, con una concentración mltitudinaria frente al Hospital Puerta del Mar, con el corte de la avenida principal de acceso a Cádiz durante unos minutos. “Gobierne quien gobierne, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) debe ser prioridad”, apuntan, porque “es un pilar fundamental del Estado de Bienestar”.
“La salud es un gasto, no una inversión, pero a los gestores (políticos) no les entra en la cabeza”, lamentan, para acto seguido denunciar “las políticas economicistas” de la Administración autonómica para la toma de decisiones de forma “arbitraria y errónea”, y suman un par de adjetivos más, “improvisada”, dado que la consejera Rocío Hernández declaró recientemente que el Plan de Vacaciones “será flexible”.
De entrada, el Plan de Vacaciones va a generar serios problemas, alertan. A la falta de recursos humanos, se suma el cierre de centros de salud por las tardes. En la capital gaditana, para que sirva de ejemplo, los pacientes que precisen atención encontrarán con que en El Mentidero y el consultorio de La Merced no estarán abiertos. Esto obligará a desplazarse a otros centros de salud, fuera de su zona, acudir a la clínica privada de San Rafael o, en caso de urgencia, al Hospital Puerta del Mar.
Pero la cosa se complica, agregan, porque la Junta de Andalucía ha decidido derivar a usuarios que recurran a San Carlos al Puerta del Mar, dándose la circunstancia de que la infraestructura isleña, “tradicionalmenre infrautilizada”, no tenga operativos cinco quirófanos y clausure todo un ala con sus correspondientes servicios, mientras que el centro gaditano hará lo propio con otros ocho quirófanos, el 35% del total, y 150 camas, el 25%.
“No es cierto que la actividad asistencial se reduzca durante el verano”, sostienen para desmentir el recurrente argumento de la Consejería de Salud. Todo lo contrario, de hecho. “Hay localidades que, afortunadamente por el turismo, duplican y hasta triplican la población”, señalan. De manera que la cifra de incidencias aumenta de manera considerable.
Los sindicatos están convencidos de que todo esto responde a una estrategia para favorecer los intereses de las empresas del sector sanitario. Apuntan, en el caso de Cádiz capital, nuevamente, a San Rafael. “Va a hacer caja con los presupuestos públicos”, afirman, sin olvidar que ya ha hecho su agosto con un plan de choque ineficaz y la sobrevaloración de los conciertos existentes.
Los profesionales, que no solo sufren el tijeretazo de personal sino que además asumen una sobrecarga de trabajo dado que el SAS no cubre bajas, vacaciones o descansos reglados, salen perjudicados, pero las organizaciones sindicales muestran su preocupación por las negativas consecuencias en la atención al ciudadano, “que son lo verdaderamente importante”, y se están viendo abocados a en cada vez más casos a pagar por ser atendidos.
Por ello, reclaman contrataciones y el pago de las carreras profesionales, entre otras medidas. Y avisan: “No vamos a parar hasta que la Consejería recule” para salvar un verano que se prevé “duro, caótica, desastroso”.