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El pasado mes de abril de 2024, la delegada municipal de Comercio, Beatriz Gandullo, se felicitó por la reapertura de de locales comerciales en el casco histórico. Cádiz “vive actualmente un momento comercial de barajas arriba” aunque “se ponga el foco” en los establecimientos cerrados, remarcó en rueda de prensa de la una nueva campaña de fidelización impulsada por Cádiz Centro Comercial Abierto (CCCA).
Un año después, José Amaya y Yolanda Pérez, presidente y gerente de la asociación, respectivamente, coinciden en que el comercio de intramuros vive un estado excelente, si bien no tan esplendoroso como el previo a la irrupción del Covid-19, con motivos para tener esperanzas de recuperar la pujanza truncada por la pandemia en 2020.
“En calle Compañía no hay ni un solo local vacío; en San francisco, uno, alguno suelto; y Columela, hace un mes ya están en obras tres para volver a abrir sus puertas”, destacan. Y niegan que la mayoría de los nuevos negocios sean tiendas de souvenirs. “Se han abierto por el mercado en torno a los cruceristas, pero también se han instalado firmas como Silbon o Scalpers, hay variedad”, defienden.
En el capítulo de preocupaciones, señalan en primer lugar el edificio de Inditex en calle Columela, precisamente. “Es difícil de ocupar porque son cuatro plantas; tal vez varias empresas podrían colaborar para darle vida”, plantean.
El otro inmueble desocupado, tras la marcha de Sfera, en la Plaza del Palillero, también genera incertidumbre. “Sería ideal que fuera utilizado como zona de ocio para los jóvenes, con bolera y espacios para celebrar cumpleaños y fiestas, aprovechando además, la cercanía de las salas de cine al local.
En cuanto a los locales más pequeños, el precio de alquiler supone también un handicap para iniciar una aventura empresarial. En las citdas calle Columela y Plaza del Palillero, el autónomo puede comenzar cada primero de mes con 5.000 euros de renta en el debe. Igualmente, otros establecimientos son heredados y los propietarios no se ponen de acuerdo para ponerlo en el mercado.
La modificación del PGOU impulsada por el alcalde, Bruno García, para que los locales comerciales de planta baja de edificios se puedan convertir en pisos, despierta dudas. El Ayuntamiento ha indicado que el PGOU de 1995 “establecía un listado de calles donde se prohibía la implantación de usos residenciales en la planta baja”; algo que mantuvo el actual PGOU, que se limitó “a terminar de mallar dicho trazado”, y se ha detectado que muchas de esas calles con uso comercial protegido “no han conseguido potenciar la actividad económica pretendida”. No hay nada decidido aún, según aseguró este viernes José Manuel Cossi cuestionado al respecto. Los responsables de CCCA consideran que es preciso apostar por la vivienda, pero piden respeto a los ejes comerciales para seguir generando empleo y economía.
Por último, reclaman al equipo de Gobierno mejoras en el transporte, con un aparcamiento en Zona Franca, por ejemplo, y autobuses lanzaderas, y un esfuerzo mayor en ayudas para la consolidación de empleo, además de dar subvenciones para empezar.
