El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, fue perseguido e increpado en su calle por un grupo de personas que le recriminaron la prohibición.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, fue perseguido e increpado en su calle por un grupo de personas que le recriminaron la prohibición municipal de celebrar actuaciones musicales en la plaza de Chueca durante las próximas fiestas del Orgullo.
La persecución, de la que hay varios vídeos y fotografías que pueden verse en redes sociales de Internet, se inició cuando el alcalde y su esposa, Mar Utrera, salieron por la noche de su domicilio para pasear a su perro.
Un grupo de personas esperó la salida de Ruiz-Gallardón de su portal y entonces comenzó a pitarle e insultarle y a gritar “fuera, fuera” y “no nos representas”, uno de los lemas más repetidos por el movimiento 15-M en las últimas semanas.
En un momento de la protesta, el alcalde consiguió hacerse oír y dijo: “aquí viven mi mujer y mis hijos. Hacerle esto a mi mujer y a mis hijos no es de justicia. Mañana...”; pero en ese momento arreciaron los gritos y pitidos y decidió regresar a su casa.
La delegada del Gobierno en Madrid, Dolores Carrión, dijo que el incidente fue grabado por una cámara de vigilancia: “allí había una cinta que siempre se graba por los servicios de videovigilancia. Se estudiará y se sabrá quiénes son” los autores de la pitada.
El problema ha surgido porque la Ordenanza del Ruido de la capital prohíbe expresamente el desarrollo de eventos en la vía pública a una distancia inferior a 150 metros de centros sociosanitarios, lo que en este caso afecta a la plaza de Chueca porque hay una residencia de mayores.