Jáuregui, quien se refirió a este asunto en el programa Al Rojo Vivo de La Sexta, señaló que “probablemente es incompatible desde la perspectiva de los expertos en el futuro del Valle y del uso sacro de la Basílica” que el anterior jefe del estado esté enterrado allí.
“Si esa recomendación se hiciera, tendríamos que negociar que los restos de Franco se depositaran en el panteón del cementerio de El Pardo, que es donde está su viuda”, añadió.
No obstante, Jáuregui puntualizó que si los familiares de Franco se negaran a ese traslado el Gobierno tendría capacidad para tomar la decisión por sí mismo, aunque consideró preferible que se hiciera en consenso con su familia.
Preguntado por la posibilidad de que haya habido ya contactos entre el Ejecutivo y los familiares de Franco ante un hipotético traslado de sus restos, el ministro los confirmó, aunque precisó que han sido “extraoficiales”.
A la espera de la decisión que adopte la comisión de expertos, Jáuregui señaló que, si se propusiera el traslado, a él le “encantaría” que se hiciera efectivo antes del fin de la presente legislatura.
En ese contexto, subrayó que “ya es hora” de que “un icono de la represión del nacional-catolicismo se convierta en un lugar para todos, de memoria reconciliada”.
El presidente del Congreso, José Bono, opinó ayer que las autoridades y la familia de Francisco Franco harán lo que crean “procedente” con los restos del general y subrayó que, aunque ya no es el momento de luchar contra él, cualquier momento es bueno para “ajustar cuentas con la historia”.
Bono, en declaraciones a los medios en la Cámara Baja, ha sido preguntado por la posibilidad de que los restos de Franco sean trasladados del Valle de los Caídos, si hubiera un acuerdo entre el Gobierno y la familia.
“Que hagan lo que crean que es procedente y, en definitiva, tratemos a los vivos de la manera más correcta posible y a los muertos también con el tratamiento que la historia aconseja”, opinó el presidente del Congreso.
En un principio, Bono eludió profundizar en sus reflexiones con el argumento de que “bastantes asuntos” tiene que administrar “como para también entrar en los huesos del general Franco”.
Aprovechó para observar que cualquier momento es bueno “para ajustarle las cuentas a la historia” y que incluso éste es un momento “buenísimo” para “ajustárselas al diccionario que han publicado”, en alusión al Diccionario Biográfico Español.