Quedan escasos días para que el verano deje paso al otoño. Un verano en el que Barbate se ha asentado como uno de los principales destinos turísticos de la provincia de Cádiz. El municipio encabeza datos como los de ocupación en pisos turísticos y de camping. Han sido decenas de miles los turistas que han optado por pasar sus vacaciones ya sea en Barbate, en Zahara, en los Caños, en Zahora o en San Ambrosio. Y claro, en el otro lado de la moneda, ese auge supone poner a prueba la capacidad de los servicios públicos, entre ellos el servicio de limpieza viaria y el de recogida de residuos sólidos urbanos.
La Feria del Carmen, el Festival de Cabo Plata, la afluencia masiva de turistas en julio y agosto, han requerido de un enorme esfuerzo por parte de los trabajadores y trabajadoras, y de los responsables de dichas delegaciones municipales. A ello hay que sumar problemas en los camiones de recogida de carga trasera y problemas en la planta de transferencia de Caña Alta. Problemas que se agravaron en esta primera quincena del mes de septiembre cuando el municipio tuvo que soportar tres días sin que se retirase la basura de los antiguos contenedores, lo que dejó imágenes lamentables que se han difundido, y difunden, hasta la saciedad por las redes sociales, a veces de buena fe, otras como denuncia para que se corrija, otras simplemente buscando réditos políticos. Y es que no debemos olvidarnos que estamos a menos de nueve meses de unas nuevas elecciones municipales.
Al respecto, Miguel Molina, alcalde de la localidad, afirma que “Barbate está de moda y eso conlleva que venga mucha gente. Eso sí, no es excusa para seguir mejorando el servicio de limpieza, pero estamos en plena transición. Ya hemos eliminado casi el cien por cien de los contenedores de carga trasera y hemos invertido casi un millón de euros en la compra de maquinaria y contenedores nuevos”.
Pera hablar sobre la limpieza y la recogida de residuos sólidos urbanos (RSU), más que con el alcalde, hemos preferido sentarnos con sus responsables municipales, es decir, con Antonia Salvatierra Malia, como responsable de Limpieza Viaria, y José Jiménez Navas, concejal de RSU.
Salvatierra reconoce que ha sido un verano duro, “de mucha gente. Aún así se ha realizado una gran labor por parte de los trabajadores, pero a veces no nos da abasto y es necesario contar con la colaboración de la gente. En estos días, ya con menos turistas, está más controlado”.
Una gran inversión
Limpieza Urbana cuenta con una veintena de empleados, mientras que RSU supera los 50 en verano. En ambos casos, “hemos modernizado los servicios con una inversión de entre 800.000 y 900.000 euros desde hace poco más de un año”, explica Navas. Una barredora, una máquina de baldeo, un camión lavacontenedores “que usamos tres veces a la semana”, así como nuevos camiones de recogida de carga lateral y los correspondientes contenedores, forman parte de esa inversión para una modernización que “aún no ha concluido. Estamos inmersos en un periodo de transición pero que ya está dando sus frutos. Nunca antes se había invertido tanto en limpieza”.
Pero qué ocurrió para que durante tres días se acumulara la basura en muchas zonas del municipio, sobre todo en pedanías como Caños y Zahora. Resulta que “en este periodo de transición contamos con dos camiones de carga lateral y uno de carga trasera, el cual se averió en verano. Para reforzar el servicio alquilamos otro de carga trasera. En septiembre mandamos el primero al taller pero por un accidente, el segundo se rompió y tuvimos que pedir una pieza, el radiador, con lo que no se pudo recoger la basura de los contenedores de carga trasera. Tan solo pudimos usar uno pequeño para retirarla de zonas concretas como el Mercado de Abasto”.
Navas no duda en “pedir disculpas por lo ocurrido”, pero “son situaciones que no se pueden prever. Una vez subsanado el problema comenzamos a recoger la basura lo más rápido posible, para lo que incluso contratamos una empresa externa y así agilizar el servicio”.
También le preguntamos por el Punto Limpio, en donde asoma una montaña de bolsas de basura que genera, y con razón, malestar en las empresas del Polígono Industrial El Olivar y también ofrece una imagen lamentable, como si fuera un vertedero puro y duro.
“Allí llevamos los enseres, muebles y escombros. Contamos con dos vehículos, incluso hasta tres, para reforzar ese servicio por las tardes, que es algo nunca visto en Barbate. Aún así, siempre hay muebles en las calles”, señala Navas para insistir en la necesidad de contar con una sociedad más concienciada. Pero, ¿y esas bolsas?...
“Son bolsas con la basura que han recogido los tractores en la playa. Tractores que no pueden desplazarse hasta Cádiz o Miramundo (Medina Sidonia), ni siquiera a Cañada Ancha, cuya planta de transferencia estuvo nueve días cerradas. Luego sufrió varios cierres intermitentes, además de contar con un horario en verano que no podemos asumir. Cierra a las dos de la tarde. Y si trasladamos esa basura hasta Cádiz o Miramundo en camiones, son más de dos horas de trabajo perdido. Más de dos horas donde no se recogería la basura de los contenedores, algo inviable en verano. Así que en algún lado teníamos que dejar esas bolsas. Pensábamos que sería por uno, dos o tres días, pero al final se fue de las manos. Ya hemos empezado a trasladarla de forma progresiva. Hemos dado 45 viajes de camiones, pero insisto, no somos conscientes de la basura que generamos”.
Para buscar una solución, el alcalde, Miguel Molina, a través de su partido, AxSí, lleva al pleno de la Diputación una propuesta para que “se arreglen las averías de la planta de transferencia de Cañada Ancha y para que dicha planta amplíe su horario, de tal manera que al menos durante los meses de verano esté abierta las 24 horas”.
La implicación del pueblo
Y remarca que “la inversión que hemos hecho no la ha hecho nadie. Cádiz capital lleva años para modernizar su servicio. Conil igual. Somos el primer municipio de la zona que cuenta con el quinto contenedor. Y lo tenemos desde hace un año, y ahora se exige por ley. Hemos sido pioneros. Algo que también hay que poner en valor, no siempre se ha de destacar lo feo”.
Ambos ediles insisten en la importancia de la implicación del pueblo y de los visitantes en la limpieza. “La concienciación está en cada vecino. Es necesario cumplir con los horarios. También con el hecho de no tirar la basura fuera de los contenedores, ni en la calle. Es una cuestión que nos atañe a todos. Si depositas la basura de nueve a once en verano y de ocho a diez en invierno, el pueblo estará más limpio y se evitarían malos olores”.
Olores que también se producen cuando no se mantienen los contenedores cerrados, “como cuando colocan unos palos”. Sí, pero hay contenedores cuyos pedales para abrirlos están sobre las aceras… “es porque se mueven cuando pasa el camión, aún así, tienen manivelas para aquellas personas con movilidad reducida”.
También es necesario reciclar. “En general somos un pueblo que recicla, pero aún queda camino por recorrer. Mientras más reciclemos, menos costará el servicio de limpieza y el de RSU, con lo que se podría dedicar dinero a mejorarlo o a otras cuestiones como el arreglo del acerado. Lo que se paga es la recogida de la basura orgánica, no los contenedores de reciclaje, aunque la empresa encargada se queja de que se encuentra bolsas de basura incluso en los contenedores amarillos. Reciclar más es ahorro y además beneficia al medio ambiente”.
Los escombros también son un problema. Como en la zona anexa al Polideportivo, en el llano del recinto ferial, en el Zapal o al final de la Avenida Juan Carlos I. “Parece que es una nueva moda tirar así los escombros”, indica Antonia Salvatierra que incide en la misma idea, “debemos concienciarnos más”. Para Navas “no tiene sentido. Antes para tirar los escombros tenías que pagar, ahora contamos con el Punto Limpio que es gratis… ¿por qué se tiran en el campo. No lo entiendo. El Punto Limpio no está lejos y aún así son muchas las ocasiones en las que nos hemos encontrado escombros en los contenedores, destrozándolos. Y un contenedor vale mil euros. A pesar de eso, han quemado unos cuantos y eso es dinero que le cuesta al pueblo”.
Delegaciones muy “desagradecidas”
Hablamos “de un servicio que conlleva un coste elevado y más en un Ayuntamiento que no está para tirar cohetes. La limpieza y la RSU son las delegaciones a las que más importancia da Miguel Molina”, alcalde, “porque tenemos claro que es la imagen del pueblo. Están todos los ediles implicados. Sacan fotos, nos las mandan. Todos están involucrados”.
Ambos tienen claro también que “son las delegaciones más desagradecidas. Basta que un día falle, por avería de un camión o por problemas en la planta de transferencia de Vejer, para que todo se vaya al garete”.
“Nos ocurre mucho. Pasa el camión, vacía el contenedor. Y en nada está otra vez lleno. Con bolsas fuera. No damos abasto. Y claro, se sube esa foto a redes y nos tiran el trabajo. Igual que con los muebles, que es a diario. Vacían una casa y los ponen en la calle. Incluso buscamos empresas para que los aprovechen y desde aquí lanzamos un llamamiento para aquellas personas que quieran darle una nueva vida. Algunos de esos muebles también se los damos a personas necesitadas, pero es que todos los días nos encontramos con muebles y más muebles tirados en la calle”, se lamentan desde el Ayuntamiento.
En cuanto a Zahora, Caños y otras pedanías, desde donde se ha criticado este verano la situación de la basura, Navas señala que se vacían los contenedores por la mañana por una cuestión de logística. “De noche es complicado. Está masificado y los carriles repletos de coches. Aún así, he ido con los operarios a las siete de la mañana y a las nueve ya estaban llenos otra vez. No podemos poner un policía en cada contenedor, eso es imposible, por eso es importante la concienciación y la colaboración ciudadana”.
Aunque nunca es suficiente, ambos ediles se muestran “contentos con los trabajadores que tenemos y con la maquinaria. De hecho, contamos con dos turnos que se mantendrán también en invierno”.
“En los últimos años ha mejorado y mucho la limpieza y la recogida de basura. La gente, sobre todo los que vienen a visitarnos, lo notan y nos lo dicen. En mi caso estoy satisfecha con mi trabajo”, asegura Antonia Salvatierra. También Navas, “aunque siempre tengo el pellizco en el estómago porque mañana no sé qué puede ocurrir. Es un trabajo muy desagradecido y que abarca las 24 horas los siete días de la semana y los 365 días del año”.
Salvatierra explica que “estoy todo el día en la calle. A las siete de la mañana me pataleo el pueblo. Voy con los operarios. Y a las 08.00 horas está todo limpio pero a la hora ya no es lo mismo”.
Un ejemplo de la falta de concienciación “lo vemos en la zona del Mercado de Abastos. Aparecen los contenedores llenos de cajas o cartones. No podemos poner un policía permanente y los comerciantes deberían ser los más interesados en cuidar la zona. Por eso les instamos a que guarden las cajas hasta que pase el camión a las dos o las tres de la tarde. Las pueden plegar. Pueden reciclar el cartón que además está cada día más caro”.
Una zona que “baldeamos todos los días, pero que no luce. Como en las barriadas, que se tocan todas las calles pero que enseguida, a las dos horas, vuelven a estar sucias. Necesitamos la ayuda de los vecinos”.
Para ello se va a poner en marcha, con ayuda de Asuntos Sociales, del nuevo plan de empleo y de la Policía Local, una campaña dirigida exclusivamente a las distintas barriadas. “Hablaremos con los vecinos. Luego, si la campaña funciona, se desarrollará en otras zonas del municipio”.
También se van a adquirir 170 nuevos contenedores de carga lateral, que se destinarán sobre todo a las pedanías. El objetivo es implantar la carga lateral en todo el municipio, para lo que ya se cuenta con camiones nuevos.
Campaña de concienciación
Aún así, “a pesar de haber realizado una enorme inversión en maquinaria y contenedores, trataremos de mejorar la eficacia y poner en marcha también campañas de concienciación. Pero tenemos claro que necesitamos de la colaboración vecinal. No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia. No podemos seguir tirándonos piedras a nuestro propio tejado. La limpieza del pueblo es cosa de todos. Si tiras basura fuera del contenedor acaba esparciéndose. Y al final quien la pisa somos nosotros mismos. Quienes soportamos los olores somos nosotros mismos”.
Navas apuesta más por la concienciación que por potenciar las multas a manos de la Policía Local. Salvatierra también aunque en ambos casos lamentan que a veces “sea necesario tocar el bolsillo sobre todo en casos incívicos como cuando tirar la basura en zonas donde ni siquiera hay contenedores, o escombros”.
En definitiva, la conclusión es que “hemos invertido mucho en el servicio, que ha mejorado en los últimos años. Aún así es un área muy desagradecida. Con una foto basta para tirarte el trabajo. Pero lo más importante sigue siendo la concienciación, saber que la limpieza es cosa de todos. Por más que hagamos, si no se respetan las normas, jamás nos lucirá el pueblo”.