Después de la reunión celebrada en la Consejería de Vivienda, en Sevilla, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía han dado un nuevo impulso al proceso de segregación y parcelación en la barriada rural de la Vega de los Molinos; una situación que afecta alrededor de 170 vecinos de este núcleo asentado sobre la colada del Descansadero de El Drago.  Según entiende la Delegación de Urbanismo, previamente el anterior equipo de Gobierno PP-Ai-Pro “había hecho un buen trabajo” desde el punto de vista administrativo para avanzar en el proceso, lo cual ha agradecido el delegado del área, Manuel Garrucho. Una vez se termine con la parcelación, la Junta de Andalucía y los vecinos fijarán un justiprecio de manera que los ocupantes de las parcelas las puedan comprar por un precio módico.

Así se acaba con una situación de incertidumbre para los afectados. De hecho, el presidente de la asociación vecinal de la barriada, Antonio Carrasco, acoge la noticia “como agua de mayo” porque los trámites comenzaron hace unos treinta años, desde que se constituyó la primera asociación de la barriada. No obstante, según los cálculos municipales, tendrán que pasar unos dos años para que se dé por cerrado definitivamente el proceso. 

Una vez aprobadas las licencias de parcelación, la Junta tendrá que registrar cada finca a su nombre y partir de ahí -insiste Urbanismo- se fijará un justiprecio. En lo que corresponde al Ayuntamiento, tendrá que demostrar la ocupación de la finca durante treinta años. Los afectados son parcelistas humildes en su mayoría, agricultores y, más recientemente, profesionales liberales. También ha aumentado el número de empresarios en la Vega de los Molinos durante los últimos tiempos, incluso con empresas de referencia en la ciudad.