El delegado territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Alfonso Candón, ha visitado el Asilo de La Caridad en Arcos, en el marco de un itinerario donde la Junta está conociendo de primera mano los servicios que se dispensan a las personas mayores en la provincia y que está contando con visitas esporádicas a centros que gestiona la propia Junta y a otros gestionados, como es el caso de La Caridad, por una congregación religiosa, concretamente por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que llevan la friolera de 105 años en la ciudad.
El Asilo de La Caridad presta servicio actualmente a 60 usuarios y usuarias. Las religiosas entregan su vida al cuidado de estas personas sin ánimo alguno de lucro. Esta congregación presta servicio en unos 105 centros asistenciales repartidos por toda la geografía nacional, en muchos casos, como en Arcos, con gran tradición, aunque, como admite la hermana superiora, sor María Isabel Pérez, también se están cerrando varios de estos centros ante la falta de recursos.
Actualmente la plantilla de trabajadores y trabajadoras del centro es de 26 personas, entre fisioterapeuta, enfermeras, trabajadora social, etc. Su trabajo es de 24 horas los 365 días del año, lo que confiere especial valor a la labor de estas religiosas en el cuidado de “los abuelos y abuelas”, como cariñosamente llaman a los usuarios y usuarias.
La visita institucional contó, además, con la presencia del jefe del servicio de Inspección de Servicios Sociales de la propia Delegación territorial, Pascual Buey, que es la persona que certifica la calidad de los servicios prestados y comprueba que éstos cumplan con la normativa. Candón aseguraba que el Asilo de La Caridad es un centro de referencia y “muy querido” en Arcos. Cabe recordar que la congregación de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados se fundó en Barbastro (Lleida), fundada por Santa Teresa de Jesús Jornet. La casa principal de la congregación está en Valencia.