El malagueño Juan Pardo a la vanguardia del póker nacional

El póker español vive uno de sus mejores momentos de la mano de un grupo de jugadores que marcan el paso en las competiciones internacionales y entre los que se encuentra un malagueño que apunta a lo más alto. A sus 27 años, Juan Pardo Domínguez se ha asentado en los últimos tiempos en el grupo de los mejores y se ha convertido en uno de los jugadores nacionales con mayor proyección.

El andaluz que acumula ya 3,75 millones de dólares en premios, es a día de hoy sexto en el ranking nacional elaborado por Global Poker Index en base a los resultados obtenidos en los torneos en vivo. Una clasificación que encabeza el madrileño Adrián Mateos, que además ocupa el número dos del ranking mundial, en el que ha venido siendo líder hasta hace unas semanas.

Por su parte Juan Pardo sigue demostrando cada día el gran nivel que ha alcanzado con su juego, ahora en las mesas virtuales, en las que es sobradamente conocido por ‘Malakastyle’, el nick que utiliza a diario en la mayoría de las salas de póker online.

Hace tan solo unos días Juan Pardo se proclamaba campeón por enésima vez en un torneo High Roller (límites altos) de póker online cobrando un premio de casi 65.000 dólares. Por si fuera poco, esta victoria no la ha logrado ante cualquiera, sino que derrotaba en la final nada menos que al alemán Fedor Holz, otro de los jóvenes prodigios que se ha venido disputando en los últimos años con Adrián Mateos el cetro mundial y que ha sido durante largo tiempo líder de la clasificación de mejores jugadores del mundo de torneos en vivo. A esa recompensa Pardo sumaba posteriormente en el mismo festival 20.000 dólares más por quedar en cuarto lugar en otro evento High Roller.

Sobra decir que las habilidades de Juan Pardo no se limitan ni mucho menos al póker online. El malagueño ya ha demostrado su potencial en las mesas presenciales, tal y como sucediera el pasado mes de diciembre durante el EPT de Barcelona (European Poker Tour), al vencer en dos de sus grandes eventos y llevarse un premio superior al millón y medio de euros. Curiosamente en uno de ellos se imponía en la final al futbolista del FC Barcelona Gerard Piqué que alcanzaba su mejor resultado en un torneo de póker. El prestigioso festival de PokerStars fue talismán para Pardo que aún tuvo tiempo de lograr un cuarto puesto en uno más de sus eventos, con lo que añadía otros 260.000 euros a su bolsa de premios.

Orgulloso de su tierra y su Málaga CF

Pese a que a los 18 años abandonó Málaga para cursar sus estudios en Sevilla y de allí se mudó a Cardiff para sumergirse de lleno en la que hoy es su profesión, este malagueño de 27 años pasea con orgullo el nombre de su tierra y más aún el del equipo de sus amores por las mesas de póker de todo el planeta.

Y es que no cabe duda que Pardo se apuntaría de buen grado al sorteo de la camiseta de los boquerones, si tenemos en cuenta que la mayor parte de las veces que se sienta para disputar un torneo lo hace ataviado con la elástica malaguista. Afirma que como buen hincha y socio del Málaga su camiseta le hace sentir más cerca de su tierra. Tanto es así que pese a las supersticiones que rondan en estos ambientes, acostumbra a jugar la mayoría de sus finales de torneos en vivo con una equipación amarilla del Málaga CF que lleva grabado su nombre a la espalda.

Juan Pardo, que no falta a las citas de póker más importantes del mundo como puedan ser las Series Mundiales o el European Poker Tour, confiesa que tan solo puede seguir a su equipo a través de las retransmisiones de televisión, y siempre que sus obligaciones se lo permiten. No en vano un jugador profesional de póker no puede dejar a un lado la dedicación que este deporte mental requiere ni las horas de estudio que le han de permitir seguir compitiendo a este nivel.

Como él mismo ha comentado en alguna ocasión, lejos de lo que algunos piensan, el póker es un juego basado en la estrategia, la estadística y las matemáticas, por lo que cualquier jugador que se mueve en estas cotas y que pretende seguir haciéndolo, no tomará jamás una decisión que no haya sido estudiada al detalle. Teniendo esto en cuenta, el estudio del juego es tanto o más importante que su desarrollo en sí.