Hay un elemento que todos los portuenses, o al menos en su gran mayoría, tenemos en nuestras casas. Dicho elemento se encuentra en álbumes o cajas, sus medias aproximadas son de 15x20 cm, normalmente, con sello fechador al dorso y una particular ‘firma’ en la esquina inferior derecha que posteriormente adquirió el color dorado: Hablamos de las fotos de Rafa. Rafael Pérez Gónzalez (1931-1990) comenzó muy joven en el arte de materializar momentos.
Pese a que su primera profesión fue la de ebanista, la que le convertiría en un portuense popular sería la de fotógrafo. Comenzó colaborando en distintos medios tales como la Agencia EFE o Diario de Cádiz, en este último permanecería décadas.
A partir de los años sesenta trabajaría, de forma irregular, como fotógrafo del Ayuntamiento hasta bien entrados los 80. ‘Hasta que no llegaba Rafa no empezaba el acto o el evento’.
Es muy recordado por varias generaciones de portuenses por la confección de reportajes familiares de: Bodas, bautizos, cumpleaños, comuniones... bien en su estudio ubicado en Calle Cielos, donde también residía, o desplazándose donde fuese necesario.
Rafa nos ha dejado un legado único y de incuestionable valor digno de homenaje a su persona por la trayectoria y aporte a la Historia de El Puerto.
Hoy somos muchos aficionados a la fotografía los que nos sumergimos en su colección para ilustrarnos de cómo era El Puerto en las últimas décadas del pasado siglo. Nos deja fotos para la Historia, como la del toreo Belmonte en nuestra Plaza Real una semana antes de su suicidio o la de una Avenida de la Constitución, sin coches, en 1982, entre un universo de instantáneas en el que merece la pena perderse. Gracias, Rafa.