El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha sentenciado que los trabajadores que en abril de 2016 hallaron durante unas obras en Tomares 19 ánforas con 600 kilos de monedas del Bajo Imperio Romano tienen derecho a percibir el premio en metálico que legalmente les corresponde. En efecto, tanto la ley del Patrimonio de España como la de Andalucía estipulan que las personas que realicen un hallazgo casual de estas características han de ser premiadas en metálico con la mitad de la cantidad en que sea tasado el descubrimiento y que el reparto se hará a partes iguales.
El consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, departamento que ya rechazó en su día la solicitud de los trabajadores y les forzó a presentar su reclamación ante los tribunales, aun alabando su respuesta “cívica y adecuada” al dar parte a las autoridades de su hallazgo, ha declarado que la Junta de Andalucía está estudiando la sentencia para la posible presentación de un recurso de casación ante el Tribunal Supremo y así no tener que pagarles. Nos parece un craso error por parte de la Consejería, porque con sus maniobras dilatorias y aunque al final ganara el pleito lo único que va a conseguir es que en el futuro quien descubra un tesoro arqueológico en Andalucía no lo comunique a la Junta y que las piezas acaben en el mercado negro en vez de engrosando el patrimonio histórico-artístico de nuestra comunidad.
