Brigitte Bardot se ha sumado a quienes denuncian que, una vez terminada en febrero la temporada de caza con galgo en España, se asesina cruelmente a miles de animales sin darles siquiera un tiro con una escopeta porque para sus dueños "son una mierda y no vale la pena gastar un cartucho".
"Los galgueros son unos monstruos, no son seres humanos", declaró en una entrevista con Efe Bardot, retirada del cine desde hace décadas y reconvertida en una ferviente defensora de los derechos de los animales.
Actriz, cantante y musa erótica de los años sesenta y setenta, a los 81 años Brigitte Bardot dirige a través de su fundación homónima una campaña para acabar con esa práctica cinegética en España, único país de la Unión Europea (UE) donde aún es legal.
En el ámbito de esa ofensiva contra la caza con galgos y podencos, actividad vinculada también a las apuestas en los canódromos legales, Bardot ha enviado una carta abierta al presidente en funciones del Gobierno español, Mariano Rajoy, tras haber trasladado su causa a la Casa Real.
"Sería extraordinario que España diera ejemplo y creo que el primer ministro francés, Manuel Valls, estaría orgulloso", dijo Bardot a propósito del jefe del Gobierno francés, nacido en Barcelona.
Quienes cazan con galgos -principalmente en Andalucía, Extremadura, las dos Castillas, Aragón y Madrid- distinguen entre los que practican una práctica cinegética de carreras de perros que se remonta al Egipto de los faraones, y los maltratadores de animales.
Los primeros enfrentan a dos de esos veloces canes, que pueden llegar a costar decenas de miles de euros, y cuya "vida útil" oscila entre un año y medio y cuatro años. Los perros compiten por atrapar a una liebre y sus dueños tratan a sus animales con cariño y respeto, aseguran desde las asociaciones de aficionados.
Los que abusan de los perros, señalan, son individuos sin escrúpulos cuyo objetivo es el dinero que se maneja en las apuestas en los canódromos, los campeonatos al aire libre o los desafíos directos entre aficionados.
Existen también organizaciones dedicadas al robo de galgos, ventas clandestinas y perreras ilegales en pésimas condiciones donde, para producir y seleccionar campeones, maltratan a los perros, los abandonan o sacrifican a los que no les sirven, prácticas que censuran el resto de aficionados.
A veces, los caminos de ambos tipos de criadores se cruzan, como en 2014, cuando -por primera vez en España- el Juzgado de lo Penal número 1 de Toledo condenó a siete meses y medio de cárcel por ahorcar a sus galgos a un vecino de Fuensalida, y presidente de una asociación de caza.
"Los tiran a un pozo, los ahorcan o les sacan los ojos" y "lo peor es que es legal, porque nunca les pasa nada", lamentó Bardot, que en el pasado ha utilizado también su popularidad para abanderar campañas contra la tauromaquia, el consumo de carne de perro y gato en Corea del Sur, la caza de focas o la peletería.
En su misiva dirigida al Gobierno español, argumenta que "es inútil hablar de cultura o de tradición cuando se trata en realidad de perversidad infame e indigna". Y por teléfono, Brigitte Bardot agregó que la mera legalidad de la disciplina fomenta el maltrato animal.
"Al perro que consigue la presa se le trata como a un campeón, como a un héroe, mientras que al otro se le castiga (...). Si no hubiera caza de galgos no habría maltrato", sentenció la musa para la que Serge Gainsbourg compuso "Je t'aime... moi non plus", esposa desde 1992 de Bernard d'Ormale, su cuarto marido.
La ONG SOS Galgos y el Partido Animalista (PACMA) estiman que cada año se abandonan 50.000 galgos en España, mientras que la Federación Española de Galgos solo toma como referencia los casos registrados por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA): 426 abandonados en 2013, de los cuales el 13 % galgos (62).
"No sé si mi notoriedad tendrá impacto, pero es necesario. No por mí, sino por esos pobres animales. Es terrible (...). Vivimos en una época bárbara en la que la gente se masacra y masacra a los animales", concluyó la actriz, simpatizante declarada del ultraderechista Frente Nacional.