Villanueva de Cauche, una pedanía de la localidad de Antequera (Málaga) ha dejado de ser el último resquicio feudal medieval de Europa. El marquesado de Cauche, tras décadas de negociación, ha cedido los terrenos de las 72 viviendas que compone el núcleo poblacional al Ayuntamiento.
El Consistorio ha celebrado una junta de gobierno local extraordinaria en la que ha aprobado el proyecto de parcelación, que permitirá a los vecinos y propietarios escriturar las viviendas para que consten a su nombre y no al del marquesado.
Las calles Málaga, Córdoba y Sevilla son las únicas que discurren por una pedanía que gira en torno a Cortijo- Palacio de Cauche --que data del siglo XVII y es Bien de Interés Cultural desde 1985-- perteneciente al marquesado que cedía las viviendas a cambio de un diezmo.
Este pequeño núcleo ha conservado su arquitectura tradicional y deben de conservarla tras la aprobación del proyecto de parcelación, incluso las viviendas que se hagan posteriormente.
Este acontecimiento convierte a los actuales lugareños, descendientes de antepasados que llegaron como campesinos, en propietarios de unas tierras que aún conservan muros mozárabes y que cuentan una historia que tiene su origen en un antiguo señorío.
"Se pone fin a una etapa que se terminó en Andalucía hace siglos y que hoy se acaba en Cauche", ha destacado el alcalde de Antequera, Manuel Barón, quien además ha informado de que las fincas figuran como "suelo urbano en el planeamiento vigente, estando dadas de alta".
Los 65 vecinos, entre los que se encuentran seis niños, celebran desde hace días la reciente noticia. El regidor pedáneo, Alejandro Pascual, ha insistido que, si no se hubiera producido este hecho, el municipio estaba destinado a morir por la longevidad de sus gentes y la imposibilidad de construir más viviendas.
