Pablo Herrera y Adrián Gavira consiguieron el pasado sábado por la noche la medalla de plata en el Grand Slam de Long Beach (California) al caer derrotados ante la pareja estadounidense Rosenthal y Dalhausser.
El primer set ha comenzado muy ajustado, pero llegado el 2-2 Herrera y Gavira han cogido carrerilla y han sumado tres puntos seguido hasta ponerse por delante con 2-5 co un buen remate de Herrera.
No podían lanzarse las campanas al vuelo porque quedaba mucho partido por delante y porque los americanos, una pareja muy veterana, nunca da un punto por perdido. Los españoles han conseguido aguantar con grandes bloqueos de Adrián hasta que, poco a poco, Rosenthal y Dalhausser han logrado darle la vuelta.
Ha sido al llegar al 12-12 cuando el partido ha dado un vuelco y han sido los americanos, animados por la grada de Long Beach, los que han puesto una marcha más y han acabado doblegando a los españoles por 21-15.
No han perdido la confianza el dúo formado por el grauero y el sanroqueño, y han salido a por todas en el segundo set. Cada punto ha sido peleado a muerte y esas ganas de empatar les han llevado a ponerse hasta tres puntos por delante al empezar el set (6-9). Sin embargo, de nuevo los americanos han sacado todas sus armas y han empezado a poner en aprietos a los españoles, jugando con mucha seguridad.
Así, han llegado empatar en varias ocasiones, pero a Herrera-Gavira les seguían quedando fuerzas para no arrojar la toalla a las primeras de cambio. Conseguir una medalla de oro les motivaba mucho, por eso han controlado los bloqueos y afinado el saque para mantenerse con opciones hasta el final.
Con el 18-18 se ha pedido un tiempo muerto. La tensión del momento era muchísima y Herrera-Gavira tenían en sus manos la posibilida de forzar la muerte súbita y jugársela en el último set. Pero Rosenthal-Dalhausser han aprovechado sus ocpiones y han cerrado el partido por 21-18, dejando la medalla de plata para los españoles. Un metal que sabe a gloria y que confirma la mejoría de los españoles.