Tras superar tres bolas de partido ante Juan Carlos Ferrero en octavos, Ferrer logró la segunda semifinal de un torneo de esta categoría en lo que va de año (Montecarlo) y octava de su carrera, al vencer a Roddick, verdugo de Nicolás Almagro, por 6-7 (5), 6-2 y 7-6 (5) en dos horas y 33 minutos.
Mientras, Feliciano hizo lo propio contra Mayer, que despidió a Rafael Nadal, por 6-2 y 6-4 en 69 minutos, para dos años después volver a esta instancia y en el mismo escenario.
Saldar cuentas pendientes no suele ser un objetivo entre los jugadores de tenis, pero la jornada de este viernes deparaba dos duelos que invitaban a ello.
Ferrer además acaba de conocer que 24 horas antes tenía asegurada su clasificación para la Copa Masters de Londres, y eso le proporcionaba una cierta tranquilidad para afrontar su duelo contra Roddick, con quien había perdido en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos este año, aunque tenía fresca aún la victoria que logró ante él en los cuartos de final de la Copa Davis en Austin.
"Roddick se me da bien", señaló el español a Efe, aunque como en la localidad texana le costó trabajo la victoria, pues desperdició una ventaja de 5-3 en el primer desempate de la tarde, y luego una bola de partido en el décimo juego del tercer set.
Afortunadamente para él, su saque ha mejorado lo suficiente últimamente, "estamos trabajando para mejorarlo", dijo. Conectó once directos, y tuvo los arrestos suficientes para aguantar el de Roddick en el desempate final para hacerse con la victoria, la sexta en diez enfrentamientos, y la quinta de ocho en pista dura, lo que prueba su destreza también en esta superficie.
"Falló un poco al principio pero en el segundo y tercer set jugó a un nivel increíblemente alto", dijo Roddick sobre Ferrer, "y sirvió muy bien. Normalmente no cuentas con que lo haga así, y consiga tantos 'aces'. Y eso le salvó de situaciones apuradas un par de veces".
Feliciano López también acabó feliz la jornada. El zurdo toledano controló el partido a la perfección y convirtió a Mayer en un rival totalmente desconocido, con relación al perfecto partido que el germano disputó la noche del jueves contra Nadal.
"El tenis es un deporte inexplicable, y así un día juegas de una manera y al siguiente no te sale nada. A veces cuando uno consigue un triunfo como el de ayer te puedes quedar sin energía luego", señaló 'Feli'. "Creo que ha sido un partido muy completo y he estado a un gran nivel todo el rato, muy completo, la verdad".
El alemán solo había perdido su saque una vez durante la semana, y Feliciano lo robó dos veces, para lograr la tercera victoria sobre el jugador de Bayreuth, ante el que conectó diez directos y 25 golpes ganadores, con 13 errores no forzados nada más.
En la otra semifinal se medirán el británico Andy Murray, que continúa manteniendo el ritmo de victorias tras los dos títulos consecutivos en Bangkok y Tokio, y que se deshizo por 6-3 y 6-2 en 84 minutos del australiano Mattew Ebden, revelación pues salió de la fase previa, y el japonés Kei Nishikori, que se impuso al ucraniano Alexander Dolgopolov, por 6-4 y 6-3 en 86 minutos, para lograr por primera vez una semifinal en un Masters 1.000.
El jugador de Shimane ha crecido en las pistas del técnico Nick Bolletieri en Bradenton (Florida) y está entrenado por Brad Gilbert, ex entre otros de Andre Agassi y del propio Murray.
Nishikori ya ha hecho historia para el tenis japonés al convertirse en el primer jugador de esta nacionalidad en lograr el mejor ránking, superando a Shuzo Matsuokva, que en julio de 1992 llegó hasta el puesto 46. Kei, de 21 años, se aseguró este viernes una plaza cercana al puesto 32 en la lista mundial que saldrá el próximo lunes.