Para recrear el lugar donde habitan las pequeñas criaturas azules se han pintado de este color todas las casas del pueblo (175 inmuebles entre los que se incluyen la iglesia, el cementerio y el Ayuntamiento), para lo que se han empleado 9.000 kilos de pintura.
Además, las casas, que estarán pintadas de azul hasta septiembre, han sido decoradas con pequeñas reproducciones de pitufos.
Pero la promoción de esta película va más allá, ya que en el pueblo se abrirá un bar con el nombre de Gárgamel, el malo de los Pitufos; y este año el manto de la Virgen de Moclón de Júzcar será azul en su honor.
El sofocante calor no ha desanimado a los cientos de personas que se han acercado a la plaza para participar en una fiesta amenizada por Pitufina y Papá Pitufo, además de Gárgamel, que ha encarnado un vecino del pueblo.