Balance “razonablemente positivo pero sin nada de triunfalismos” tras un año de Gobierno en el que se ha puesto en marcha el 33% del programa electoral y en el que se ha “perdido mucho tiempo” en poner solución a problemas anteriores con el “remate” de una oposición “irresponsable”, aunque la ciudad “no va a esperar un minuto” y en veinte días tendrá su nuevo presupuesto con el que comenzarán a solucionarse los problemas y que espera se comience a notar a finales de este año.
Es el resumen que José Luis Sanz ha querido hacer de su primer año de Gobierno al frente del Ayuntamiento de Sevilla, un balance “razonablemente positivo” en un año “complicado”, en el que ha aplicado o puesto en marcha el 33% de su programa electoral, con 70 proyectos desbloqueados, fundamentalmente en urbanismo; ser la primera ciudad que limita los pisos turísticos; las 1.400 viviendas nuevas que se construirán en dos años o las 150 actuaciones en barrios y 207 calles mejoradas, entre algunos de los logros que ha destacado.
“Podría haber sido mejor y la actuación haber sido más rápida”, reconocía Sanz, que ha culpado tanto a la “pérdida de tiempo” para solucionar problemas en una ciudad “dejada” y con un ayuntamiento “mal organizado”, a lo que se ha unido que se han encontrado “una oposición irresponsable”, con unos presupuestos prorrogados sin partidas para arreglo de colegios, limpieza o frente a las ratas.
“Esta ciudad no va a perder ningún momento más”, decía Sanz recordando que, a pesar de la “pataleta” de PSOE y Vox por utilizar un instrumento legal como la cuestión de confianza vinculada a los presupuestos municipales, “en veinte días tendrá presupuesto”, lo que permitirá que la ciudad funcione de una forma “más ágil y rápida”, una situación en minoría que ha reconocido que era “insostenible”.
Aún así, ha vuelto a reiterar que no habrá pacto de Gobierno con Vox y ha respondido con ironía a las críticas del portavoz municipal del PSOE, Antonio Muñoz, que le ha pedido que evalúe la posibilidad de dar “un paso al lado” tras un “año perdido”, apuntando que si todas las ideas del representante socialista “¿son suyas o se las contó a Maribel Verdú?”, preguntándose si tras perder las elecciones “¿el que se tiene que ir soy yo? Esto es el mundo al revés. Quien se tiene que ir está tardando mucho y todos sabemos quién es”.
Externalizaciones e injerencias externas
Ha negado que haya “externalizado” ningún servicio como le apuntan desde el comité de empresa pero sí que ha reconocido que la limpieza de los colegios “es un desastre”, aunque ha asegurado que con el nuevo presupuesto habrá 10 millones para actuar en colegios, se incrementará hasta los 14 millones los fondos para las UMIES o para las ratas, que tenía partidas “irrisorias” en el presupuesto prorrogado, además de destacar la inversión de 2 millones para rehabilitación del Lope de Vega, cuyos pliegos están redactados pero no se han licitado "por una oposición irresponsable".
También ha defendido que se han "sentado las bases" de su nuevo proyecto de ciudad, defendiendo los 35 nuevos vehículos de Lipasam; la nueva ordenanza de limpieza que incluirá más sanciones para aquellos que dejen basuras fuera de contenedores (pisos turísticos); el pago con tarjeta en Tussam y las nuevas líneas, a las que se unirá la C5 en el centro en 2025; los 12 millones que invertirá este año Emasesa y los 27,9 programados para 2025; la reactivación de la comisión de terrazas y veladores para redactar la nueva ordenanza; la plantación de 5.000 nuevos árboles; los 2,5 millones para terminar con los pisos cárceles; o los dos nuevos centros previstos para desconcentrar la Macarena.
Ha asegurado, encogiéndose de hombros, que tiene “total autonomía para llevar a cabo la acción de gobierno y para gestionar la ciudad de Sevilla” con respecto a San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, en referencia a las críticas de intervencionismo de Juanma Moreno. "Tengo el apoyo y el respaldo total del presidente de la Junta de Andalucía, en proyectos muy concretos además para esta ciudad y en absoluto me siento intervenido por nadie. El convencido de que no tengo que pactar con Vox soy yo", aseguraba, apuntando, a tres años vista y preguntado por si se ve candidato para revalidar, ha asegurado que “me veo pero esa pregunta se la haría también a Antonio Muñoz".
Sobre las críticas a la limpieza, ha reconocido que, a pesar de las inversiones, “Sevilla está más limpia que antes pero no estoy contento, nos queda mucho”, lo que ha achacado a los problemas de planificación y gestión que arrastraba la empresa municipal, Lipasam, aunque ha confiado que a finales de año se note, en todo, un “cambio sustancial” tras un año en el que “romper sinergias” internas ha sido su principal logro, aunque “no se ve en la calle”.