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Andalucía

Nadar para luchar contra el miedo al mar tras huir en patera, el objetivo de Proyecto Agua

Se trata de una iniciativa del equipo español de profesionales de emergencias PROEMAID y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Sevilla

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  • Patera en la playa. -

La violencia física y verbal que sufrió el marroquí Nouh Reidid por su orientación sexual le obligaron a huir en cayuco de su ciudad natal, Casablanca, hacia Europa, un duro trayecto en el que desarrolló fobia al agua y que ahora intenta afrontar en los cursos de natación de “Proyecto Agua”.

Se trata de una iniciativa del equipo español de profesionales de emergencias PROEMAID y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en Sevilla, que busca ayudar a inmigrantes como Nouh.

Aunque sabía que el trayecto no sería fácil, tras años de continuas burlas en su barrio y amenazas a su familia y amigos, Nouh decidió alejarse de su país para evitar represalias y emprender un difícil viaje a través del mar desde el norte de Marruecos hacia Europa, un lugar en el que, ha asegurado emocionado, esperaba encontrar comprensión.

Durante su travesía, la embarcación comenzó a inundarse y resquebrajarse hasta quedar deshecha en meras tablas de madera, por lo que las personas que viajaban quedaron abandonadas en el mar justo antes de llegar a su destino: las playas del sur de España.

“La mayoría no sabíamos nadar. Yo tuve suerte porque los profesionales de las fuerzas de seguridad me ayudaron y consiguieron salvarme, pero mis amigos no pudieron sobrevivir. Muchos de ellos cayeron al mar y murieron. Tuve que ver cómo caían, cómo morían ahogados. Fue una experiencia muy traumática”, ha narrado a EFE.

“Intentamos paliar ese temor y que disfruten del agua”

Aunque impactante, el relato de Nouh no es un caso aislado. Este joven forma parte de un grupo de diez hombres y mujeres migrantes con historias similares procedentes de Senegal, Mali, Marruecos, Somalia, Siria, Colombia y Ucrania que se desplazan semanalmente al centro deportivo Hytasa de Sevilla para acudir al curso de natación que se enmarca dentro del “Proyecto Agua”.

“Proyecto Agua” es una iniciativa de PROEMAID que comenzó en 2016 y a la que se unió CEAR en 2021 con el objetivo de trabajar con personas que han vivido una experiencia traumática huyendo por mar de conflictos para que pierdan el miedo al agua, un medio del que no guardan un buen recuerdo en la mayoría de los casos.

Manuel Palacín, técnico de integración social de CEAR, ha explicado a EFE que los técnicos de la organización que colaboran en “Proyecto Agua” trabajan con las personas migrantes que se encuentran en sus centros de acogida y que, al tener un contacto directo con ellos, pueden identificar a aquellos que han desarrollado una relación negativa con el agua y derivarlas a estos cursos.

“Los procesos migratorios son procesos duros para las personas que tenemos acogidas. Muchos de ellos nunca han tenido un contacto previo con el agua y llegan con una infinidad de cuestiones psicológicas derivadas de estos trayectos que afectan a su vida cotidiana, por lo que intentamos paliar ese temor y que incluso puedan llegar a disfrutar en una piscina o en el propio mar”, ha narrado.

Según Palacín, estas actividades suponen no solo una evidente ayuda para retomar una relación positiva con este medio, sino también una forma de integración para personas que llegan a un país extraño con un idioma que no conocen y que pueden encontrar en las reuniones compañeros con sus mismos miedos y vivencias.

“Se sienten seguros y protegidos por los compañeros de PROEMAID, que son los técnicos y profesionales que trabajan con ellos. Cuando ves que empieza a aparecer alguna sonrisa o un cambio en su mirada sientes una emoción muy gratificante”.

Empatía, la principal herramienta

“El primer día que llegan al curso suelen estar muy atemorizados. Han vivido experiencias traumáticas y no solo con el agua, también al abandonar a su familia. Ellos no lo cuentan, pero ves el miedo en sus ojos. Por eso, la principal herramienta que usamos en los cursos es la empatía, hay que tener mucho tacto”, ha detallado a EFE Jacobo Díaz, director del Proyecto Agua en Sevilla y miembro de PROEMAID.

Los jóvenes que asisten al centro deportivo trabajan con los voluntarios de PROEMAID en la piscina divididos en tres grupos según su nivel de temor al agua y conocimientos en natación para realizar actividades que se adapten a ellos según sus necesidades, desde realizar un primer contacto con el medio acuático hasta aprender a nadar o aguantar la respiración bajo el agua.

Para Díaz la mejoría de los alumnos es “clara” pues, según ha explicado, la mayoría de los chicos no se atrevía “ni a meter un dedo en el agua” al inicio de las jornadas y ahora muchos de ellos han llegado a disfrutar de largas jornadas en la piscina buceando e incluso realizando algún salto en plancha.

Estos resultados son avalados por Nouh, quien ha explicado que desde que llegó al curso y gracias a la ayuda de los voluntarios de PROEMAID ha conseguido trabajar en su miedo y luchar contra los nervios al entrar en contacto con el agua.

Desde CEAR han asegurado que lo deseable sería aumentar el número de cursos y el cupo de alumnos, aunque hacen “lo que pueden” con un número de limitado de voluntarios que les gustaría ampliar o con algún tipo de financiación que sería beneficiosa para el desarrollo del proyecto.

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