De recordar la figura de Ayala, poseedor de una voz literaria “única, inconfundible”, y preocupado por la evolución del mundo hasta poco antes de morir, a los 103 años, se encargaron su viuda, Carolyn Richmond, experta en la obra del escritor, y el poeta Luis García Montero, que fue comisario en 2006 de Centenario del escritor.
Su viuda aseguraba que sentía a Ayala “más presente que cuando falleció”, y ese sentimiento lo favorece la
lectura constante de la obra del autor de El jardín de las delicias. “Él está en su obra, y está conmigo”, decía Richmond, tras reconocer que este primer aniversario es “un momento duro” para ella.
No obstante, se siente “muy confortada y muy feliz de haber tenido 35 años de relación con Francisco. Es un lujo”, subrayó Richmond, antes de leer un amplio y hermoso texto que había preparado para la presentación del nuevo tomo de las Obras Completas, centrado en los libros autobiográficos de Ayala.
Este volumen, publicado por Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores al igual que los tres que se han publicado ya, contiene Recuerdos y olvidos (1906-2006), cuya primera edición (titulada entonces Del paraíso al destierro) fue galardonada en 1983 con el Nacional de Narrativa; El tiempo y yo y De mis pasos en la tierra.
Reunidos bajo el título de Autobiografía(s), esos tres libros, señaló Richmond, son “grandes obras de madurez”, junto con El jardín de las delicias, y reflejan “sendas maneras de recrear la vida”.
Para Ayala “la vida era literatura y la literatura, vida”, según dijo su viuda, Eiriz Richmond.