David Arroyo (Caisse d’Epargne), pese a terminar la etapa en el puesto 47, a 1:18 del vencedor, conservó su privilegiada segunda posición en el podio final después de la contrarreloj de 15 kilómetros que clausuró el Giro en Verona y en la que se impuso el sueco Gustav Erik Larsson con un tiempo de 20:19.
El italiano Vincenzo Nibali, lugarteniente de Basso en el Liquigas, defendió con éxito su tercera plaza en el podio.
Basso cerró su gran actuación en el Giro con el decimoquinto puesto en la etapa y terminó el Giro con 1:51 de ventaja sobre Arroyo, 2:37 sobre Nibali y 2:50 sobre Michele Scarponi.
En ausencia del último vencedor del Giro, el ruso Denis Menchov, que ha apostado este año por el Tour de Francia, Basso dominó la ronda italiana en la última semana, la fase más dura de la carrera, tras enfundarse la maglia en la etapa del mítico Mortirolo.
En la vigésima primera y última etapa, una contrarreloj de 15,3 kilómetros en Verona, Basso se limitó a mantener su buen nivel. Fue decimoquinto, a 42 segundos de Larsson. Arroyo, en la jornada de ayer sin su bicicleta rosa, cedió 1:18 frente al vencedor.
Basso, de 32 años, fue identificado en 2006 como uno de los usuarios de la red de dopaje dirigida por el médico español Eufemiano Fuentes y el Comité Olímpico Italiano (CONI) le impuso una sanción de dos años.
La victoria final de Basso, que partía con 1:15 minutos sobre David Arroyo, era segura a menos que ocurriera un accidente, pero se esperaba una emocionante lucha por los otros dos puestos del podio definitivo.
El talaverano tenía 1:41 sobre Vincezo Nibali y éste, a su vez, disponía de un solo segundo de ventaja sobre su compatriota Michele Scarponi, jefe de filas del equipo Androni Giocatolli.
El australiano Cadel Evans, consumado especialista contra el crono, estaba a 51 segundos del podio, pero el campeón mundial no tuvo su mejor día. Fue cuarto, a 22 segundos de Larsson.