El escritor Fernando Repiso ha puesto el broche final a Estación de las Letras de La Rinconada (Sevilla) con la presentación de su última novela, 'Las agujas de la noche', en un acto conducido por la periodista Mercedes de Pablos. Editada por Planeta, 'Las agujas de la noche' es un thriller que muestra "otra cara de Sevilla". En una nota de prensa, el Ayuntamiento ha destacado este miércoles que Estación de las Letras pone el punto y final tras "un trimestre intenso cargado de cultura y de actividad, una maleta cargada de libros y experiencias inolvidables".
"Estación de las Letras es un proyecto semilla pionero y escaparate en la provincia, que trabaja con los centros educativos para sembrar lectores y creadores", ha señalado la delegada de Cultura, Raquel Vega. El autor del libro '6 mujeres 6', que presentó el año pasado en La Rinconada, ha compartido con el público de la Hacienda Santa Cruz su última novela, un thriller que, como ha explicado Vega, se desarrolla en Sevilla, "alejado de los espacios de postal, novela negra, compleja, repleta de accidentes geográficos, con un lado oculto de los protagonistas. Fresca, adictiva, de humor inteligente".
La periodista y escritora Mercedes de Pablos ha conducido este encuentro literario en el que ha destacado que el protagonista de la novela, Iván de Pablos, es "un antihéroe de novela negra, un policía sevillano de edad mediana del que desde la primera página sabemos que su papel va a ser incómodo por el escenario y personalidad del cadáver: una sauna, joven, drogas, una vida al límite, la del inspector, con el que el lector debe empatizar, porque es el que debe cazar a los malos, pero lo pasa mal". Una novela que, según su creador, "depende de quién la lea será más cañera o menos, pero que yo creo que está en el punto justo. La estructura en la novela negra tiene que estar muy armada, y que el lector no sepa hasta el final quien es la persona culpable".
Ante la pregunta de la periodista sobre el significado de los guetos voluntarios, como puede ser el caso de las saunas, Repiso ha contestado que "estamos hablando de un colectivo que hemos pasado de tener guetos absolutamente impuestos a voluntarios. La salida del armario de nuestra generación fue mucho más traumática a estos guetos voluntarios. Sin embargo, el armario sigue existiendo en ciertas edades y en ciertos ámbitos. Chueca y la Alameda son burbujas. Ser lesbiana o gay en algunos pueblos es todavía complicado".