Como mucho te fijas en el camello. Es posible que logres visualizar el caramelo instantes antes de que la mano abierta se convierta en puño. Pero la vista siempre está permanentemente dirigida al color de su piel o al calor que infunde una larga y frondosa barba blanca, que parece surgiera de la corona dorada o plateada. Te fijas en los Reyes Magos, en los que te traen regalos y en los que te insuflan la mayor ilusión de tu mundo, desde la mirra, el oro o el incienso. Desde la ingenuidad, en todo caso.
Pero nunca reparas en los pajes, esos que van guiando al camello, que cuidan de Sus Majestades, que acarrean los juguetes, que portan las bolsas de caramelos. Nunca te fijas en ellos. Y menos en los que no van vestidos con turbante ni botines puntiagudos. En esos que van con la carpeta debajo del brazo pidiendo de comercio en comercio, de hermandad en hermandad. No, no te fijas. Y de repente… no están. Casi sin ruido, sin tener el homenaje aprobado por el Pleno municipal hace 21 meses, sin pedir nada, entregando lo que han conseguido en años de trabajo. Esos pajes de pelo blanco, de calva pigmentada por el paso del tiempo, de pasos ya cansados por la insistencia de tantos años (por libre o asociados)... no están. Los miles de caramelos que acarreaban, los cientos de gestiones que supervisaban, las tantas veces maratonianas y discutidas reuniones que dirigían... no estarán de sus manos.
Les ha dado tiempo para cumplir apenas nueve años como asociación y un cuarto de siglo como personas organizando la Cabalgata. Han querido morir jóvenes pero dejando un legado material y moral. Para el que lo sepa apreciar y administrar, porque ellos mismos, ni siquiera media docena del centenar y medio de socios, no han sido capaces de hacerse el boca a boca de urgencia.
Hace casi trece meses que Alberto Rosales, la cabeza visible de esos pajes invisibles, dijo refiriéndose a quien se colige: "Hay otras actividades en las que se gasta millones el Ayuntamiento pero aquí no nos da la importancia que tenemos".
Hace algo más de doce meses que Alberto Rosales, pensando que su anunciada renuncia al cargo, por cansancio personal y de generosidad, dijo que "en 2010 se nos hará extraño ver la Cabalgata desde la barrera". La barrera, esa transición necesaria en la dirección de cualquier entidad asociativa, no existe, ha caído. Nada hay secundario cuando desaparece lo principal.
Fin de una etapa
Así titula un comunicado enviado a esta redacción por el presidente en funciones de la Asociación Los Magos de Oriente, Alberto Rosales Muñoz, y firmado por su junta directiva. Texto que reproducimos seguidamente y de forma íntegra:
“Con cierto sabor agridulce hemos llegado al final de una etapa, iniciada hace 25 años, y que desgraciadamente, se cerró el día 28 de Septiembre, tras la celebración de tres Asambleas Extraordinarias para la elección de nueva junta directiva de la Asociación Cultural Baenense “Los Magos de Oriente”, sin que se hubiera presentado ninguna candidatura, pese a que en la Asamblea del 18 de Junio se nombró una Junta Gestora para prepararla. Y de acuerdo con el artículo 39 de los Estatutos se procedió a comunicar la disolución de la Asociación a los organismos correspondientes, tomando igualmente los siguientes acuerdos:
a.- Depositar en el Archivo Municipal toda la documentación de la Asociación.
b.- Depositar en el Museo de la Agrupación de Cofradías los trajes y coronas de los Reyes Magos.
c.-Donar a Cáritas, Asilo de San Francisco y Monjas Dominicas los fondos que actualmente hay en Cajasur, La Caixa y Cajasol.
d.-Traspasar al Excmo. Ayuntamiento las doce bateas de la Cabalgata.
Como se dice al principio queda un sabor agridulce, pues en todo este tiempo se ha intentado dotar a Baena de una Cabalgata en consonancia con la categoría de ciudad que es, contando con la colaboración municipal, con la de Colegios y Asociaciones de Padres, Entidades, Peñas, Bancos, más de 600 empresas y cerca de 150 socios activos y colaboradores que con su aportación económica hicieron posible, entre otros logros, la confección de las doce bateas, uniformando de ese modo el desfile, cambiar por tres ocasiones las ropas de los RR. MM., desfilar en dos ocasiones con camellos, concursos de cartas, traspaso de coronas en todos los establecimientos hoteleros de la localidad, publicaciones de dos revistas al cumplirse los 20 y 25 años de Cabalgata, tradicional cocido flamenco, grupos musicales, servicios de orden a cargo de hermandades, colegios y grupo parroquial, carteros reales, visitas a Residencias, visitas guiadas a Úbeda, Baeza, Ronda, Toledo, Aranjuez, Ávila y Segovia.
Creemos que el bagaje es bastante satisfactorio, aunque sin duda se habrán cometido algunos fallos como toda obra humana, pero en todo momento nos guió lo mejor para lograr la Cabalgata que Baena se merece. Hemos de destacar la feliz acogida que siempre encontramos a la hora de elegir las personas que encarnaran a sus Majestades, que siempre agradecieron su nombramiento.
Sólo nos resta agradecer a todos su eficaz colaboración para llevar a buen puerto esta actividad y lamentar que no hayamos logrado la continuidad de la Asociación para organizar las futuras Cabalgatas que era el principal objetivo de la misma, deseando lo mejor para quienes en el futuro asuman esta responsabilidad y pedir a las instituciones, asociaciones y peñas que sigan con el mismo ánimo para que la Cabalgata de Baena siga en línea ascendente”.
La Junta Directiva en funciones.