Desde aquella jornada en la que el olor a incienso se mezclaba con el silencio respetuoso que acogía al Señor en el Sagrario, distintas actividades pastorales, cofrades y lúdicas relacionadas con festividades como Navidad (se diseña y preparan los trajes y carrozas que participan en la Cabalgata) o la Cruz de Mayo (entre claveles insertados y sevillanas con refresquito), han sido acogidas en el Centro Interparroquial. Aulas para catequesis matrimoniales, de comunión o de confirmación. Salones para charlas, conferencias, reuniones, entregas de premios o ruedas de prensa cofrades. Incluso, por qué no, para despejar alguna que otra curiosidad histórica con la contemplación de las casi doce tinajas que se conservan en el semisótano acristalado del salón Juan Pablo II, el más grande del remozado Centro.
A repartir
Se quedan pequeños para algunas actividades los salones y aulas del "San José". Recuperó el edificio una utilidad, una estructura, una función, e igualmente ha logrado atraer a cientos de personas a sus estancias, a sus enseñanzas pastorales, a sus actividades. San Joaquín, santa Ana, san Jorge, san Esteban o santa Teresa de Jesús, que dan nombre a alguna de la docena de aulas que rodean el patio central, no pueden albergar a las personas convocadas para dar o recibir catequesis.
La última manifestación de ese espacio que se ha convertido en reducido apenas 900 días después de sentirse profundamente abandonado a la desfortuna, está en las catequesis que se imparten en el recientemente inaugurado curso pastoral. Las cifras facilitadas desde la parroquia hablan de unas 500 personas, fundamentalmente jóvenes, que serán asistidos en su formación y preparación para recibir los sacramentos, por unos 80 catequistas.
"Se queda pequeño no sé dónde vamos a meter a tanta gente", es una de esas frase sueltas pero con todo su aplomo, que suele pronunciar en este tipo de circunstancias el párroco de Santa María la Mayor, que también remozó la iglesia Auxiliar. Y que igualmente necesita espacio en ese lugar sagrado para las misas del fin de semana. Espacio que utilizará para las catequesis, y que incluso deberán cruzar la calle para reposar en estancias vacías o no utilizadas de la residencia Divino Maestro.
Puerta verde
Se puede decir que es lo que queda por delante. Un nuevo proyecto ideado por el párroco de la Almedina que lleva semanas preparando y ultimando detalles, para ocupar las tardes de diario del Centro Interparroquial "San José". Y también de los niños que pasen demasiado tiempo en la calle o personas con problemas de empleo u otros. El Centro les abrirá sus "puertas verdes" para la esperanza, a través de juegos, televisión, cursos, clases, enseñanzas y atenciones. En este caso, a los tradicionales voluntarios o monitores les acompañarán varios profesores jubilados.
"Gente que no cobre", no sé dónde lo escuché, lo oí, me lo contaron, o hasta lo soñé (dormido o despierto).