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El jardín de Bomarzo

Lo que la verdad esconde

Jerez es el ejemplo más claro que se puede exponer de linchamiento público en base a intereses sindicales, por tanto económicos, y políticos

Publicado: 19/07/2018 ·
18:38
· Actualizado: 19/07/2018 · 18:38
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Bomarzo

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Lo que viene sucediendo en torno a las retribuciones de ciertos empleados municipales del ayuntamiento de Jerez es el ejemplo más claro que se puede exponer de linchamiento público en base a intereses sindicales, por tanto económicos, y políticos, por tanto electorales. Fundamentados en su origen en una noticia falsa, manipulada interesadamente por el sindicato CGT en base a mentir sobre un informe del Ministerio sobre la acumulación de dos puestos, expandida con posteridad por el PP de Jerez y sobredimensionada por webs locales y, en última instancia, por Antena 3, donde de manera tendenciosa se falsea una información con el único objetivo de desprestigiar al gobierno de esta ciudad y, sobre todo, a determinados funcionarios que parece tienen la fea costumbre de trabajar. Eso les diferencia de esos liberados sindicales con sueldos de hasta 55.000 euros anuales, brutos sin añadir recargos por Seguridad Social que como bien saben no forman parte de la retribución, por no hacer absolutamente nada en beneficio de la ciudad que les paga y eso es algo que conocía, padecía y denunciaba en su día el anterior gobierno del PP. Jerez ha sido noticia nacional por los sueldos de algunos funcionarios, pero es conveniente desvelar lo que la verdad de cada uno esconde y como sea que la actualidad es relativa a sueldos, sea.
 
Querríamos saber los ciudadanos cuánto gana en sueldo bruto cada uno de los sindicalistas del Ayuntamiento, a qué se dedican, cuántas horas de trabajo realizan y cuántas horas sindicales acumulan y que estos datos fueran públicos, como todos los demás; por ejemplo los del señor de la CGT que salió en Antena 3. Deberían contarnos a qué viene la unión del sindicato de técnicos ATMJ y CGT y, por UTE -Unión Temporal de Intereses-, parece que con el PP local. La hemeroteca recogió en varias ocasiones que la CGT estaba en contra del Complemento Personal Transitorio -CPT- porque con él se beneficiarían unos treinta técnicos recuperando el sueldo de antes de la RPT de forma fija hasta la jubilación. También recoge cómo los técnicos se sintieron muy perjudicados por la gestión de personal del PP. No es sensato que desde hace más de un año la ATMJ ande unida en los ataques al gobierno municipal con quien siempre ha sido el azote de los técnicos municipales, lanzando, además, guiños al PP. No cuadra.
 
En la última rueda de prensa dada por sus líderes sobre la funcionarización metieron como reivindicación casi principal el famoso CPT cuando a la mayoría de la plantilla no beneficia. Algo en todo esto huele mal, ha de haber otros objetivos en esta unión anti natura y como los jerezanos son quienes pagan, tienen derecho a saber qué provecho saca la ciudad con sus estrategias y objetivos. Conocer si dentro de los escasos treinta beneficiados pudiera haber algún líder de estos sindicatos, esto sí es transparencia y podría ser clave para entender la actual guerra; si pudieran existir pactos encaminados a que alguien se garantice puesto de representante sindical porque las elecciones sindicales están en puerta y ninguno de los dos sindicatos pasa por su mejor momento tras sus últimas actuaciones y, sobre todo, tras los recursos de ambos contra una subida salarial de toda la plantilla municipal -y veremos qué pasa con eso...-. El malestar de la plantilla con ellos es mayúsculo. La ATMJ lo tiene aún peor que la CGT porque su potencial público son los técnicos y se les presupone conocimiento suficiente para diferenciar y captar el mar que hay de fondo.  
 
La CGT siempre ha sido el sindicato batallador, si bien con el anterior gobierno del PP logró más que con el actual, lo que le ayudó a conseguir ser el sindicato más votado. La utilización de recursos inconfesables ya son bien conocidos en la ciudad y esto le ha hecho perder mucho empuje. Lo que trabajan en el Ayuntamiento y en lo que utilizan sus horas laborales también es inconfesable pero de público conocimiento y, ojo, son los mismos que ahora salen denunciando los sueldos de los empleados que más trabajan y lo hacen usando una falsedad. Tendrían que explicar cuál es el objetivo de perseguir e intentar linchar a ciertos altos cargos, qué y quiénes les empujan. En todo caso, demuestran que la cultura del trabajo y del esfuerzo y dedicación al servicio público no es su fuerte, no sólo no lo valoran sino que les estorba y la atacan sin pudor. Hay muchas claves que asoman olfativas para cualquier observador avispado, como la de que el sindicato de técnicos calle y siga amistoso con la CGT presenciando impasible el persistente acoso a técnicos cuyo único pecado es trabajar, quizás para ellos ese sea el problema. La acción sindical encaminada a defender los derechos de los trabajadores es loable, pero cuando se torna en acción con tintes políticos y/o de intereses personales no hay nada de labor sindical y los trabajadores y los ciudadanos terminan por descubrir el engaño.
 
El PP. Es evidente que el PP hace lo que le toca, que es usar todo aquello que tiene a su alcance para menoscabar al gobierno actual e intentar recuperar la alcaldía. En el anterior mandato era conocida su complicidad tanto con la CGT como con el sindicato de la Policía Local porque sabía de la problemática de enfrentarse a estos dos, que siempre han sido los más guerreros y que de hecho por etapas llegaron a tomar la calle Consistorio en sus reivindicaciones. Ahora se suma a la noticia falsa expandida por la CGT sobre el sueldo, entre otros, de la directora de Presidencia, Milagros Pérez, una de los poquísimos funcionarios municipales que accedieron al Ayuntamiento por oposición libre, examen y no dedo, y de quien aseguran percibe por encima de los 125.000 euros al año de manera "irregular" -mintiendo sobre el contenido de un informe del Ministerio- por asumir dos puestos de máxima responsabilidad, pese a que un informe firmado por el director del servicio de Recursos Humanos asegure que la retribución bruta más alta de todo el Ayuntamiento es de 91.828,42 euros -y es de otro alto funcionario a quien por cierto nadie ataca siendo el sueldo más alto; ¿por qué?- y el informe del Ministerio en ningún caso catalogue de "irregular" la acumulación de puestos. Siendo serios, ¿desde cuándo es irregular trabajar mucho? Lo que el PP no cuenta, por ejemplo, es que cuando gobernaba llegó a dar a su directora de Presidencia, que solo tenía este cargo, uno, productividades mensuales de más de 1.500 euros y entonces la CGT callaba. Ahora habla, ¿por qué? Que al PP -conocedor a la perfección de los entresijos municipales, de quién trabaja por encima de la media, de quién normal, de quién poco y de quién absolutamente nada...- no le interesa que el personal trabaje mucho y bien es evidente. La gestión municipal depende de los trabajadores municipales y quienes tiran del carro de la maquinaria son los altos cargos. Si los paralizan, la derivada es que la maquinaria se para, los servicios municipales se resienten, los ciudadanos lo sufren, la ciudad se daña, el gobierno municipal lo paga y el PP, así, mejora sus expectativas. Aunque todo no debería de valer, el PP actúa con fino bisturí electoral.
 
Resulta evidente que algunos líderes sindicales -ni por asomo todos- han hecho un negocio redondo de su reivindicación sindical en el Ayuntamiento y es cíclica su extorsión, pese a que lo hacen con el dinero del contribuyente, pero hasta ahora sabían que los gobiernos se pliegan a sus exigencias. Al final todos se sentaban a negociar y con este tipo de sindicato negociar es dar, dar y dar sin solución de continuidad. La plantilla de la limpieza de la vía pública en Jerez, por citar solo un ejemplo, mantiene un nivel de absentismo laboral medio al año que supera el cuarenta por ciento, llega casi al cincuenta por ciento, y lo hace porque por convenio en las bajas percibe el cien por cien de su salario y las sustituciones obligatoriamente han de hacerse de una bolsa de trabajo formada solo por familiares de grado uno y dos, es decir hijos y padres o hermanos de los propios empleados. ¿Es eso legal? Pero estas cosas no se cuentan en la tele, claro. Se silencia el absentismo, en cambio se critica el trabajo.
 
Si todo resulta así, es fácil. Como es dinero público, que cuelguen sus nóminas y amplíen el objetivo del foco, porque precisamente los altos cargos tienen absentismo cero. A todos les pagamos los ciudadanos. Alcaldesa, concejales, parlamentarios, senadores, interventor, tesorero, directora de presidencia, abogados, enlaces sindicales, policías, personal de limpieza, conductores de autobús, personal de urbanismo, celadores, porteros, personal del zoológico, hasta los laceros de animales... Nóminas con todos sus complementos, claro está y así quede constancia de quién resulta rentable, caro o carísimo e inútil. Tampoco sería mucho pedir tener acceso a saber cómo entró cada uno a formar parte de la plantilla municipal; qué formación tiene, qué trabajo desempeña y cuál es su grado de dedicación. En definitiva, lo que no interesa que los ciudadanos pagadores sepan. Lo que obtiene la ciudad con la labor de cada uno y si el sueldo compensa por su rendimiento laboral. Esto es lo que nos debe interesar y no nos cuentan. Poner en valor la cultura del trabajo público debería ser lo que los contribuyentes exijan, rechazando de plano esas manipulaciones interesadas cuando se demuestran que lo son y que no miden manchar lo que sea necesario siempre que les sea rentable. Solo que metidos en eso, en manchar, se corre el riesgo de terminar salpicado y para siempre.

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