Fuentes policiales aseguraron que ha sido una falsa alarma ante la presencia de un vehículo matriculado en Portugal cuyo dueño era desconocido por los vecinos. Tras acordonar la zona e inspeccionar el coche minuciosamente, incluida la actuación de perros adiestrados, se comprobó que no había nada peligroso en su interior y se logró dar con el propietario, un ciudadano rumano que lo había comprado aunque no tenía todavía los papeles de la compraventa.
El dueño del vehículo está trabajando en una de las obras cercanas a donde estaba estacionado y se está a la espera de que se comprueben todos los datos una vez cotejados con los de la Policia portuguesa.
El vehículo se encontraba en el paseo Joly Velasco en la confluencia con la calle San Federico, relativamente cerca de las instalaciones militares de la ciudad de San Carlos.
