Los recurrentes casos de supuesto fraude en la calificación del aceite de oliva como virgen extra han recibido la respuesta más potente y completa del conjunto del sector en España. Tras el problema sufrido por Deoleo (envasador de Carbonell) en EEUU hace dos años en este sentido que le obligó a retirar del mercado casi medio millón de litros, los envasadores unidos en Anierac ya recomendaron el pasado año que aumentaran sus exigencias ante sus proveedores.
Ahora, Anierac, la asociación de exportadores Asoliva y Cooperativas Agro-Alimentarias de España, arropados por la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, han sado un paso más y se han conjurado públicamente durante los dos próximos años a acabar con todas las dudas mediante lo que denominaron sistema de autocontrol reforzado. Anierac y Asoliva llevan años denunciando la subjetividad del método de calificación de la calidad de los aceites actual mediante catadores oficiales que, según el lugar en que se encuentren, emiten diferentes veredictos.
El procedimiento para que se dé de alta un lote en este sistema de autocontrol comienza cuando el envasador conforma dicho lote, ya sea envasado, o a granel en un único depósito ya dispuesto para su comercialización previo al envasado. Este lote tendrá un tamaño máximo de 1.000.000 kilos.
Posteriormente, el envasador lo pondrá en conocimiento de la entidad acreditada por ENAC (empresa nacional de acreditación) seleccionada por él (el envasador), quien tomará la muestra representativa y homogénea del lote correspondiente. Esta muestra se enviará posteriormente al laboratorio elegido para su análisis.
Futuro del sistema
Si del resultado de dichos análisis se concluye que el aceite cumple con todos los requisitos físico-químicos y organolépticos establecidos en la normativa vigente y en el sistema de autocontrol, los datos serán finalmente incorporados a la base de datos del ministerio de Agricultura. Se podrá acoger de forma voluntaria cualquier entidad de Anierac, Asoliva y Cooperativas Agro-alimentarias.
La aplicación de este sistema se establecerá de manera temporal, por un período limitado de dos campañas oleícolas desde su puesta en marcha. Tras ello, y tras evaluarlo, se decidirá prorrogarlo, modificarlo o clausurarlo.
Gonzalo Guillén Benjumea, presidente de Anierac, ha subrayado en el acto de presentación del sistema en el ministerio de Agricultura “la importancia que tiene en el mercado nacional la puesta en marcha de un sistema como este, ya que sin duda alguna supondrá un avance en la comercialización de aceites de oliva virgen extra que se acojan al mismo”.
Por su parte, Rafael Picó, director de Asoliva, ha manifestado, que el sector envasador y exportador oleícola "sufre continuamente acusaciones de fraude derivadas de las discrepancias en los resultados de la cata, lo que supone graves consecuencias tanto para las empresas del sector por la inseguridad jurídica que esto representa, como para el consumidor por la desconfianza que se le genera sobre la calidad del aceite”.
Junto a ello, Rafael Sánchez de Puerta, presidente del sector Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias de España, ha explicado que “el sistema cuenta con criterios analíticos más exigentes que los establecidos en la legislación vigente, con el fin de que cuenten con una mayor garantía”.