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Campillejos

Jaeneses y atlantes

Tras el maremágnum producido por el documental de National Geographic en que se ha ubicado la mítica Atlántida en el barrio del bulevar, en nuestra ciudad...

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Tras el maremágnum producido por el documental de National Geographic en que se ha ubicado la mítica Atlántida en el barrio del bulevar, en nuestra ciudad, cabe alguna reflexión de interés.
No obstante lo primero es aclarar que Marroquíes Bajos es una gran yacimiento arqueológico que, además de ser uno de los hitos fundamentales del patrimonio histórico local, cuenta con restos de una dilatada presencia humana en el mismo, en diferentes etapas históricas. No soy yo el más adecuado para hablar de este lugar. En Marroquíes Bajos han trabajado numerosos investigadores desde hace más de dos décadas, y supuso una de las tantas promesas electorales incumplidas, para mi una de las más atractivas y ya casi olvidada: la creación de un Parque Temático Arqueológico que sirviera para que residentes y potenciales visitantes pudiéramos aprender y saber más de esa parte del patrimonio arqueológico local, además de ser un complemento, cultural y turísticamente hablando, perfecto para el Museo de Jaén (donde se exhiben piezas de ese lugar) y, conformar así, un interesante eje cultural con dicho museo y el incipiente Museo Íbero.


Nadie es profeta en su tierra, queda patente. Es ahora, a través de un documental  que relaciona Marroquíes Bajos con el mito de la Atlántida cuando, de repente, los giennenses parecemos descubrir el valor de un patrimonio que lleva más de dos décadas esperando su puesta en valor para poder ser visitable y que los hallazgos documentados y conservados tengan una rentabilidad social. Y esto significa que algo está fallando. Durante dos décadas se han difundido los valores de Marroquies Bajos y es sorprendente que no se generara una sensibilidad y conciencia colectiva en torno a este yacimiento, que parece descubrirse ahora. Publicaciones, vídeos en redes sociales, visitas guiadas en algunos casos a las excavaciones arqueológicas… y no digamos referencias en la prensa local (hasta hubo una propuesta para que fuera Patrimonio de la Humanidad), amén de las anteriormente mencionadas promesas electorales. No obstante y, por encima de esa reflexión, que no debemos dejar en el olvido, hay que valorar que la ficción ha servido para poner sobre la mesa el valor de esta parte de nuestro patrimonio. 

Si este documental ha venido a concienciarnos de que contamos con un extraordinario potencial pendiente de ser puesto en valor, bienvenido sea y aprovechemos el momento. Por ello me sumo al movimiento generado tras ese documental, exigiendo la construcción del Parque Temático Arqueológico de Marroquíes Bajos en la parcela dónde fue prometido, en la calle Miguel Castillejo. A esa parcela se trasladaron una puerta, una cabaña de adobe y una pseudobóveda prehistóricas, además de un precioso pozo romano y un pozo de noria islámico. También se realizó una réplica de una cabaña de surco prehistórica e, in situ, encontramos en dicho solar otros elementos como un estanque y un molino aceitero romanos, entre otros. Esto sin contar que, desde ese lugar, se puede iniciar un recorrido a otros espacios del yacimiento que se han conservado para tal efecto: villae romana de los Robles, foso de la macro-aldea calcolítica en el CEIP Cándido Nogales o en el solar del futuro Conservatorio Superior de Música, además de las interesantes cuevas artificiales de la necrópolis sita en la calle Cristo Rey, los restos arqueológicos de una mezquita en el solar del nuevo Centro de Salud o los valiosos restos en el Solar de la Justicia, entre otros. Hay mucho por conocer, difundir y poner en valor. Quizá el revuelo generado pueda servir para que no se nos olvide. Marroquíes Bajos no será la Atlántida, ni falta que hace. Vale tanto o más que si la hubiéramos encontrado de verdad.  El Parque Temático Arqueológico de Marroquies Bajos, después de veinte años de esperas y silencios, ha estado a punto de convertirse también en otro mito y la verdad… Jaén Merece Más.

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