Christian Jongeneel y el reto de dar dos vueltas a Manhattan a nado
Publicado: 16/09/2016
Publicado: 16/09/2016 ·
18:52
Actualizado: 16/09/2016 · 19:47
El nadador malagueño será el primer español en dar dos vueltas a la isla de Manhattan a beneficio de la Fundación Vicente Ferrer
El nadador Christian Jongeneel intentará este sábado completar los 92 kilómetros de una de las travesí as más míticas del mundo de la natación en aguas abiertas: la vuelta a la Isla de Manhattan, en Nueva York, en su versión extrema de doble vuelta. Sólo tres estadounidenses han completado el desafío: Stacy Chattan (1984), Juline Ridge (1983) y Skip Storch (2007), en 20 horas. En cuanto a la elección, el malagueño confesó que “siempre he preferido otros lugares con un encanto más natural, como nadar en Nueva Zelanda junto a una familia de más de 40 delfines”. Según Christian Jongeneel, “decidí hacer esta travesía por un compromiso social: todos los fondos recaudados irán destinados al Programa nutricional para mujeres con VIH/sida, el cual pretende contribuir a mejorar la situación de riesgo de las mujeres de las áreas rurales de Anantapur, en India”. Entre las dificultades con las que se topará, “nadar de noche por Manhattan es complejo y peligroso, y si le sumamos las grandes corrientes que seguramente nos encontremos aún más”, describió el nadador que insistió en que “la temperatura del agua y el tiempo que permaneceré nadando (un día completo) se convierte en una de las pruebas más difíciles que he realizado nunca”. Junto a su familia, incluido su hijo Erik, de un año y nueve meses, y amigos, el malague- ño volverá a vivir un reto para aportar “su grano de arena” a la Fundación Vicente Ferrer. Christian Jongeneel sonrió al hacer referencia a su preparación. “Cada día nado y disfruto en el mar. Nadar y tener la confianza en uno mismo te hace creer en ti y ya no tienes que encontrar esa confianza en una planificación o entrenamientos que has cumplido a rajatabla”, expuso. Tras su próximo reto, el malagueño indicó que “siempre sueño en el mar. Nadar en cualquier parte del mundo me hace sentir bien. No tengo nada a la vista, aunque volver a la India para nadar otra vez allí me hace mucha ilusión”.