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Fuentes ornamentales

A Jaén le falta decorarle las rotondas para vivir la historia de la ciudad. A esas rotondas les falta llenarlas de contenido con esculturas en bronce de personajes históricos que han sido testigos directos e indirectos del devenir de nuestra ciudad y del mundo en los siglos...

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A Jaén le falta decorarle las rotondas para vivir la historia de la ciudad. A esas rotondas les falta llenarlas de contenido con esculturas en bronce de personajes históricos que han sido testigos directos e indirectos del devenir de nuestra ciudad y del mundo en los siglos. A esas rotondas les falta agua que refresque el duro estío de las noches de calor, agua que suavice a la vista el tórrido verano, agua que relaje los sonidos amargos de la urbe. Desde luego es abrasador, poco elegante, poco de ciudad, ... y poco cosmopolita adentrarse en una ciudad que te recibe con el erial de la rotonda que hay a la altura del Parque de Bomberos. Es desarraigado encontrar convertidas en un patatal las rotondas que se distribuyen por la ciudad y en sus accesos, algunas como la de Blas Infante donde la fuente queda oculta por una amalgama de plantas silvestres sin sentido que nada embellecen el entorno y ocultan la fuente que antaño estuvo en la Plaza de la Constitución. A Jaén le falta que cada una de sus rotondas esté protagonizada en su centro por estatuas monumentales de personajes o hechos históricos acontecidos en nuestra tierra. A poco que salimos fuera de nuestra ciudad, cualquier pueblecito de costa o del norte imprime a estos espacios un sello propio, con importantes conjuntos escultóricos y bellas fuentes de agua, todo iluminado artísticamente por la noche. Esos conjuntos escultóricos concretos, que no abstractos, dignifican las ciudades y sirven de referencia para indicar al viajero la dirección a tomar. No hubiese estado mal hacer, donde la "Plaza de los Perfumes" (sobre el parking Avenida) una gran escultura de San Fernando, personaje histórico, rodeado de césped, flores y monumental fuente para engalanar tan importante cruce de avenidas. Jaén cuenta con hechos histórico y personajes reseñables de influencia mundial de hace siglos que no sabemos perpetuar en la historia de nuestro día a día. Y esas rotondas, con esas esculturas elegantes en bronce, también con sus fuentes ornamentales que ya ningún gobernante recrea en Jaén, ¿dónde están? ¿acaso se han de volver a hacer por iniciativa privada mediante cuestación popular como se levantó el magnífico monumento a las Batallas? Jaén necesita y merece rotondas bellas y hermosas llenas de referencias a nuestra propia historia, que nos recuerden lo que somos. Jaén necesita mucho césped y muchas flores en sus rotondas... y agua que nos haga brotar la vida que no ha de faltar.

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