Ande, ande, ande, la marimorena, que esta noche ya no es Nochebuena, ni mañana Navidad, y como las treguas no tienen razón de ser ante el manifiesto recrudecimiento de las hostilidades entre iguales en la búsqueda del liderazgo más apropiado al momento, primusinterpares, cuando lo que prima es embriagarse de ansia de poder –Dame la bota, Susana, que me voy a emborrachar-, tocar pelo a cualquier precio, la mayor parte de los barones del PSOE –Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Asturias y Aragón- está dispuesta a poner fin, hoy mismo, a la autoridad orgánica del secretario general federal, Pedro Sánchez, desautorizando su política de pactos postelectorales, la quimera del pentapartito –PSOE + Podemos + ER + IU + PNV- y remarcando la inaplazable celebración del 39 Congreso del partido en el cercano mes de febrero. Así se amortiza el intento de huida hacia delante de Sánchez Castejón que, sin realizar una mínima concesión a la autocrítica, antepuso su alternativa de gobierno de izquierdas a cualquier otra consideración coyuntural, como la exigencia de Podemos de cumplir con su promesa electoral de celebración de un referéndum sobre el derecho a decidir de Cataluña. ¿Es que, acaso, lo dudabas, en semejante encrucijada, Pedro Sánchez? Van a por ti. Y lo sabes.
La postura monocorde, inflexible, amenazante, de las cinco territoriales donde el Partido Socialista gobierna, salvo Baleares, nucleadas en torno al liderazgo futuro de Susana Díaz, alentadas desde la retaguardia por el inefable padrecito Felipe González, sostiene que el mejor lugar para el PSOE, así, de entrada, es la oposición: ni pacto con el PP de Rajoy ni acuerdo multilateral que favorezca procesos soberanistas, denostados de antemano en términos patrióticos. ¿La consigna? Que no se rompa España con la anuencia de los socialistas. Anoche, los barones a solascon Sánchez Castejón; hoy, entre la multitud del Comité Federal, el felipismo recalcitrante, que sigue manejando Ferraz 70 como le viene en gana, niega cualquier posibilidad de negociación con Podemos, dado el conocido frentismo de trinchera que enfrenta a Felipe González y al partido de Pablo Iglesias por mor de la lucha encarnizada que sostienen en Venezuela el chavismo decadente y la bien pagada oposición democrática. ¿Cómo van a pactar PSOE y Podemos, aquí, en España, si el veterano dirigente que representa la quintaesencia del psoísmo, Felipe González, participa como abogado en la defensa de los líderes opositores venezolanos Leopoldo López y Antonio Ledezma? ¿De qué guisa se presenta ahora la triunfal Podemos catalana, la de Ada Colau, a resultas de oscuros e inconfesables equilibrios en pos de un gobierno de izquierdas en España, modificando o adulterando la propuesta que situó en primer plano durante la reciente campaña del 20D: la idea de que los catalanes tienen que decidir su futuro en un referéndum? Una solución a la portuguesa, pues, parece descartada en este punto por la intransigencia, sobre todo, de Susana y Felipe.
Al otro lado del tablero, a verlas venir a pesar de tener el deber moral de llevar la iniciativa, está el ganador del 20D, el PP de Rajoy, con la sombra de Aznar más alargada incluso que cuando dos victorias sucesivas de ZP cuestionaron hasta el mal gusto del exabrupto el liderazgo de Mariano. De sus reflexiones tras los comicios, entresaco: “Independientemente de la fragmentación política, la mayoría de los votantes han apoyado a formaciones que comparten la defensa del orden constitucional, la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad entre los españoles, el papel de España en el exterior y la lucha contra el terrorismo", en velada alusión al PSOE y C’s. ¿Y si el Ibex 35, y la catacumbas del PSOE y C’s, exigieran un candidato del PP distinto a Rajoy?
Fernández de Moya contiene la respiración. Gabino salvó su reválida pese a los intrigantes agoreros que situaban a otro candidato del PP de Jaén al Senado, en clave de censura interna, con más votos que él. Contreras cortocircuita el acercamiento del nuevo alcalde Cuqui a las instituciones gobernadas por el PSOE: de tender puentes a echarse en brazos solo hay un paso. Paco Reyes, con el mejor porcentaje estatal de voto socialista, no encomienda gratuitamente su patrimonio electoral a Susana, de quien desconfía, ni siquiera al mismísimo Zarrías, hoy por hoy, la carga más pesada de su equipaje. A la postre, en tesituras tan inciertas, el que no se fía, indiscutiblemente, triunfa. Con 2016 llegará también la renovación de las direcciones provinciales. Una revisión descarnada, con tensiones y ambages, de las mochilas de Reyes y De Moya. A ver si te atreves a prescindir de mí. La marimorena, es decir. Ande, ande, ande, que ya no es Nochebuena.