El tiempo en: Antequera
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Deportividad nacionalista

Hay muchos ilusos que aseguran que el deporte no tiene nada que ver con la política...

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Hay muchos ilusos que aseguran que el deporte no tiene nada que ver con la política. Sin embargo los nacionalismos lo utilizan para exaltar sus ideas y, sobre todo, para ridiculizar y faltar al respeto a las de los demás.

Los hechos que acaecieron durante la celebración de la final de Copa no dejan lugar a dudas.
Dejando a un lado, la faceta deportiva del acto, ya que ha transcendido más la política, la imagen que ha dado este país ante el mundo ha sido desastrosa. Sobre todo con la chapuza de la retransmisión, de la que estoy convencido no fue culpable el ya destituido jefe de Deportes, y que a fin de cuentas, su misión era que no se supiera lo que en realidad había sucedido, y todo ello en pleno siglo XXI. Vamos, como en los tiempos de la censura.

Creo que el tema del nacionalismo se le está yendo de las manos a alguien y mirar para otro lado no va a ser suficiente. La única excusa plausible es que ante una minoría como ésta, lo mejor es reír la gracia y hacerse el sueco, ya que si se les tiene en cuenta se les hace más fuertes, y si se les ataca, se les convierte en mártires.
De todas formas, les planteo un dilema: si durante la retransmisión del partido hubiesen abucheado a Eto’o, definiéndolo y recordándole su cociente intelectual, les aseguro que a la afición del Athletic se le cae el pelo; tildada para los restos de racista y poco deportista. Pero resulta que se le falta al respeto al Jefe del Estado español, al himno y al país entero, y no pasa nada.

En España convivimos algo más de cuarenta millones de personas. Pues bien, ya que somos todos muy demócratas, y los cimientos de la democracia son las votaciones, ciñámonos a los últimos comicios: resulta que los votos que obtuvo el PSOE fueron algo menos de 11 millones, el PP algo más de diez, CIU algo menos de 800 mil, PNV algo más de 300 mil y ERC algo menos de 400 mil. O sea, que a PSOE y PP los votaron 21 millones de españoles y a los tres partidos más separatistas de este país, ni el 7 por ciento de esta cantidad. Dicho de otro modo; mientras que al PSOE lo votó el 43,64%, al PP el 40,11%, a CIU lo votaron el 3%, a PNV 1,20% y a ERC el 1,17% (http://www.elpais.com/especial/elecciones-generales/).

Con lo que resulta que la minoría de la minoría, esta tocándole los cullons a la mayoría. Esto es lo que según los nacionalismos es democracia. Pero resulta que la cosa no queda ahí; en Cataluña viven 7 millones de españoles, de los cuales 2.270.000 votaron a PSOE y PP, y tan sólo 775.000 a los partidos nacionalistas. Mientras que en el País Vasco viven algo más de dos millones de españoles y mientras que a PSOE y PP los votaron 700.000, a PNV lo hicieron 300.000, sin entrar en los resultados de las últimas elecciones autonómicas.
La conclusión es bien simple, estos zopencos son cuatro gatos que dinamitan con sus falacias y sus gamberradas la buena salud de nuestra, todavía, joven democracia. No sé si la estrategia de los partidos en liza (PSOE y PP) está estudiada y está demostrado que es la mejor táctica para tratar a estos señores. Si no es así, creo que va siendo hora de hacer un referéndum, que reúna todas las garantías democráticas, y cuando se compruebe que estos idiotas están solos, se les invite a dejarnos en paz, que es como queremos vivir más de 21 millones de españoles.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN