El día amaneció entoldado, con viento de agua y con nubes algo amenazantes que finalmente fueron diluyéndose por el cielo de la Bahía para que los miles y miles de gaditanos y turistas pudieran disfrutar de otro Lunes de Coros. Las coplas volvieron a adueñarse de las principales calles y plazas de la ciudad, ya sea cantadas sobre una batea, o a pie, en las voces de los componentes de una chirigota “ilegal”. Día tranquilo, familiar, y sobre todo muy gaditano, ya que al ser fiesta local la mayor parte del público era de Cádiz.
Jornada en la que se pudo disfrutar de todo tipo de coplas. El cuarteto del Gago, Los pensionistas se la dan de artistas, se dejó ver por la Plaza del Palillero, como también lo hizo la chirigota Los Superpop de Vera Luque. La comparsa Los Gadiritas, de Tino Tovar, entretuvo la atención durante varios minutos del público que se concentraba en la Plaza de San Agustín y la chirigota del Selu, Ahora es cuando se está bien aquí, hizo lo propio a las puertas del Oratorio San Felipe Neri. A éstas se sumaron muchas chirigotas ilegales, que son las que no participan en el Concurso Oficial de Agrupaciones, pero participan en las calles de Cádiz ofreciendo sus coplas (algunas tienen un repertorio que supera a las oficiales).
Coros como Los Sudamericanos de Nandi Migueles, Cádiz Oculto de Luis Rivero o La Fábrica del Humo, de Paco Mora, se subieron a la batea pasados unos minutos de la una de la tarde en la Plaza de la Libertad para empezar a entonar las primeras letras. Los afortunados que pasaban por allí en ese momento pudieron disfrutar de una auténtica batalla de tangos. Un momentazo para los amantes de esta modalidad
Por lo general, está resultando una jornada tranquila, marcada por el ambiente familiar y gaditano. Los coros regresarán el sábado a la Viña y el Mentidero, pero hasta ese momento pueden disfrutar de los tablaos y de la amplia programación que Ayuntamiento y peñas han confeccionado para esta semana de Carnaval. Hay que recordar que la quema del Dios Momo no será mañana, sino el próximo domingol, coincidiendo con la quema de la Bruja Piti. Después de todo aquí la fiesta continúa hasta el domingo que viene, y más allá.