Los quince exconsejeros y exdirectivos de Caja Madrid que han comparecido esta semana en la Audiencia Nacional han eludido su responsabilidad en la emisión de preferentes para apuntar directamente tanto a la Comisión Ejecutiva, que presidía Miguel Blesa, como al Banco de España y la CNMV.
Pese a que UPyD y otros querellantes que dieron lugar a la investigación sobre las preferentes han buscado la imputación de los entonces responsables del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y de la CNMV, Julio Segura, la Audiencia Nacional se ha opuesto a actuar contra ellos porque ninguno participó "consciente, voluntaria y materialmente" en perjuicio de los inversores.
Aunque este rechazo es ya firme, han sido muchos los aludidos esta semana por la antigua cúpula de Caja Madrid, por lo que las acusaciones están valorando si piden su declaración y si lo hacen en calidad de imputado o de testigo, según fuentes jurídicas consultadas por Efe.
Fue Blesa el que inició el pasado lunes la ronda de interrogatorios acordada por el juez Fernado Andreu para esclarecer si los responsables de la caja "idearon" las preferentes para tapar su situación de insolvencia.
Su llegada al tribunal estuvo marcada por los abucheos de un centenar de afectados, en su mayoría de avanzada edad y a quienes intentaron contener varias dotaciones policiales que no consiguieron evitar que a su salida, un grupo acabara aporreando el vehículo del exbanquero.
Dentro de la sala, donde permaneció alrededor de una hora, Blesa defendió que los preferentistas cobraron los intereses de estos productos mientras él estuvo al mando de Caja Madrid y consideró que un minorista o un jubilado, a quienes mayormente se colocaron, no tienen por qué ser "ignorantes financieros".
También señaló que el departamento de márketing era el responsable de decidir el perfil del inversor y el tríptico informativo, y añadió que siempre confió en que los directores comerciales explicaran a sus clientes el producto.
Un tríptico que, precisó, detallaba todos los riesgos, de forma que también cargó la responsabilidad de leerlo a los clientes antes de firmar los contratos de adquisición.
En todo momento negó que las preferentes obedecieran a cubrir un déficit patrimonial puesto que Caja Madrid era solvente y, además, tanto el Banco de España como la CNMV ejercieron un control permanente sobre ella.
Después fue el turno del sindicalista de UGT Gonzalo Martín Pascual, que declaró que en el Consejo de Administración del que formaba parte la información se transmitía verbalmente y que solo un mes antes de que se emitieran las preferentes en mayo de 2009, el director general financiero Ildefonso Sánchez-Barcoj aludió a que sería recomendable hacerlo.
Posteriormente, el expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, resaltó que no supo que eran las preferentes hasta que estalló el escándalo, ya que por aquel entonces se encontraba inmerso en el "expolio" de Aerolíneas Argentinas y en la negociación de la reforma laboral.
Los otros cuatro exconsejeros que también han comparecido en la Audiencia -Jesús Pedroche (PP), Rodolfo Benito (CCOO), José Manuel Fernández-Norniella (PP) y José María Arteta Vico (PSOE)-, señalaron directamente a la Comisión Ejecutiva, que formaba Blesa junto a otros nueve vocales, al afirmar que ésta trasladó al Consejo la decisión de emitir preferentes como un hecho dado.
Norniella explicó, además, que revisó personalmente el folleto de emisión, que había sido autorizado por la CNMV y el Banco de España, y comprobó que se ajustaba a la normativa.
El expresidente de la filial de Caja Madrid que emitió sus preferentes, Carlos Stilianopoulos, también defendió ante el juez que el folleto era "impecable" y por eso lo firmó tras haberlo estudiado durante cuatro horas, aunque mostró su desconocimiento de por qué se emitieron a particulares, competencia que achacó a la matriz.
Otros exdirectivos contra los que se dirigían las querellas se centraron más en los test de conveniencia, llegando a decir que la entidad fue más exigente que otras a la hora de decidir el público al que se iban a destinar y que entonces se elaboraron en función de la experiencia previa, ya que no había normativa al respecto por parte de la CNMV.