Range Rover Sport, una pluma de dos toneladas

La sensación de ligereza en la conducción es una sensación difícil de encontrar en el mundo de los vehículos todoterreno y especialmente entre los más pesados y profusamente equipados como este protagonista, un lujoso “sport utility” que cumple como segunda generación de un modelo de notable éxito para Land Rover.
Y se siente ligero como una pluma por algunas razones básicas. Una reducción de peso notable, porque son 420 kilos menos los de esta nueva generación, un adelgazamiento que hace ecuación con un incremento de potencia en esta versión que llega a los 292 caballos de potencia, gobernado por una eficiente caja ZF de 8 velocidades que exprime mejor que la predecesora el potencial motriz del nuevo Range Rover Sport, y con las electrónica Dynamic, específica para las versiones más deportivas como la del coche probado.
El Range Rover Sport  mantiene los principios arquitectónicos del concepto, pero ha sido profundamente retocado. El diseño es el elemento principal de cambio. Gana en poder de atracción con la pérdida de los perfiles cuadrados anteriores.
La modernización de la figura del Range Rover Sport lleva aparejadas otras ventajas, como una mejora del 8 % en la aerodinámica, debida a un perfil más redondeado y más bajo y una línea de techo inclinada. El resultado en un índice aerodinámico de 0,34
El resultado del nuevo desarrollo se traduce en una notable mejora del coche en asfalto. El coche es más dinámico en esta versión diesel de 292 caballos y la conducción es suave y muy refinada, con un nivel sonoro extraordinariamente reducido.
Parecido comportamiento se obtiene fuera del asfalto, gracias, básicamente a una arquitectura de suspensiones avanzada, independiente en los dos trenes, con doble trapecio y amplio recorrido en la parte delantera y configuración multibrazo en el tren trasero.
El fabricante ofrece dos sistemas de tracción integral permanente, una más ligera, sin reductora, basada en un diferencial Torsen central que distribuye el par al eje que los necesita, con un reparto inicial delante/detrás 42/58.
La caja transfer permite elegir entre relaciones cortas o largas utilizando un sistema totalmente sincronizado de dos velocidades que permite al conductor pasar del rango de marchas cortas al de largas sin tener que detener el vehículo mientras no se superen los 60 km/h.
Además, esta versión está equipada con un modo "Dynamic" específico en el sistema "Terrain Response 2", que otorga al coche un carácter más deportivo en carretera, con una suspensión más firme, un mayor control de la carrocería para reducir el balanceo, una dirección más sensible y una respuesta más rápida.
El resultado sobre el asfalto es sorprendente, especialmente en las respuestas de la carrocería a los esfuerzos en curva, ya que el coche, con su altura, volumen y peso, responde como si fuera un turismo deportivo con ajustes dinámicos para conducción exigente.
La capacidad de rodar en línea recta ha mejorado sobre la generación anterior. Está mejor adaptado al asfalto, pero sin perder la personalidad y cualidades que caracterizan a un todoterreno de alta movilidad.
La mayoría de los conductores de un Range desconocen las posibilidades 'off road' de un coche que exhibe una apariencia edulcorada como 4x4 aunque su aspecto sea imponente.
Ver para creer. Con poco conocimiento sobre el funcionamiento físico de la reductora y de las respuestas de los diferenciales, además de toda la electrónica disponible se pueden superar obstáculo que con otro coche, por ejemplo, un Defender, exigen manos expertas y conocer muy bien los principios de la conducción fuera del asfalto.
El mensaje es que El Range Rover Sport es muy capaz y estará en la mayoría de los casos por encima del saber hacer de sus conductores habituales, lo cual constituye un gran margen de seguridad en 'off road".
El sistema 'Terrain Response' ofrece ajustes para todo tipo de condiciones. Lluvia, hielo, nieve, barro, arena, terrenos duros, pedregoso, etc... son elementos que la ingeniería de Land Rover conoce muy bien y que ha tenido en cuenta en el desarrollo de los sistemas 'fuera de asfalto'
Estamos ante uno de los coches del mercado con más tecnología embarcada y alta capacidad de adaptación a cualquier tipo de superficie dentro y fuera del asfalto, mejorada en ese caso con el calzado de unos neumáticos "mouse and snow"  aptos para todas las estaciones.
Otro cantar es el precio. La tecnología embarcada; la construcción de aluminio, el diseño, la modularidad, la alta capacidad dinámica y el equipamiento y materiales empleados en el habitáculo configuran un vehículo muy selecto.
La potencia determina la posición en el mercado de esta versión, reducida a unos pocos competidores, a la espera de que el grupo Volkswagen se sume el motor diesel V6 de 300 caballos para dotar al Audi Q7, el Volkswagen Touareg, y el Porsche Cayenne.