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Sábado 29/06/2024  

Costa Occidental

Las IGP Caballa y Melva de Andalucía luchan por abrir mercados en el exterior

Cuatro empresas de Ayamonte, Isla Cristina y Tarifa venden conservas de caballa y melva con Indicación Geográfica Protegida

  • Una fábrica conservera de la Costa occidental -

Las fábricas que comercializan caballa y melva de Andalucía con Indicación Geográfica Protegida (IGP) luchan por abrir mercados fuera de España y "están acondicionando" su producción a los destinos exteriores, según ha manifestado el secretario general del Consejo Regulador (CR), Manuel Becerra.

Becerra ha explicado, en una entrevista a Efeagro, que en el contexto actual de crisis las empresas "están trabajando" para cumplir los requisitos y los trámites que les posibiliten vender sus productos en países como Estados Unidos o Reino Unido, o consolidarlos en Francia.

Cuatro empresas de Ayamonte, Isla Cristina y Tarifa venden conservas de caballa y melva con IGP.

En 2012, la elaboración de alimentos con esa enseña de calidad alcanzó 1.300 toneladas de caballa y 650 toneladas de melva, con una facturación cercana a los 15 millones de euros.

Becerra ha señalado que el principal mercado para las conservas con IGP es el nacional, especialmente Andalucía, la "zona del Levante", Madrid y Barcelona.

La exportación de estos productos representa entre un 25 y un 30% de su comercialización.

"Italia es el principal cliente, después Francia, y hay una exportación pequeña a otros países de la Unión Europea (UE) y EEUU", según ha detallado.

Las IGP Caballa y Melva de Andalucía protege a las conservas cuya elaboración se haya realizado en su totalidad en empresas ubicadas en territorio andaluz, de forma artesanal, sin productos químicos y con aceite de oliva o girasol como líquido de cobertura.

Becerra ha avanzado que la IGP ha solicitado a la Unión Europea que la protección comunitaria que tiene este sello de calidad se amplíe a la caballa y melva preparadas "al natural", es decir en su agua de cocción.

En Francia y en los países del norte de la Unión Europea (UE) el consumidor prefiere esas conservas al natural frente a las elaboradas con aceite, más del gusto de los italianos o españoles.

Este distintivo de calidad afecta al lugar de fabricación y no al del origen del pescado, que puede ser del Golfo de Cádiz, Almería u otra procedencia, según Becerra.

No obstante, ha insistido en que esta pesquería de caballa "no es la que ha provocado la multa de la Comisión Europea (CE)", que ahora está de actualidad y afecta a la flota cantábrica.

En cuanto a la situación del mercado nacional, ha reconocido que las ventas empezaron a caer en 2008 y están "estancadas" por la crisis y que, en la actualidad, la producción "se mantiene".

Por otra parte, ha señalado que a veces "da la sensación" de que en España "no se aprecia" el trabajo de producir esta clase de conserva, que en el precio de venta al público "tampoco supone una diferencia económica, de 5 o 10 céntimos la lata".

Ha aludido también a la competencia de "marcas blancas" de conservas con materia prima de Marruecos, Colombia o Cabo Verde.

Respecto al empleo, Becerra ha resaltado que en las industrias amparadas por la IGP trabajaron unas 800 personas en 2012, un 90 % mujeres, y fuera de campaña el empleo sumó 500 trabajadores.

El responsable del Consejo Regulador ha resaltado el trabajo de las mujeres en estas fábricas, "expertas en pelar pescado, algo que no todo el mundo sabe", algunas dedicadas a este oficio por tradición y que, en momentos de crisis, están convirtiéndose en el "soporte" de la casa.

En 2012, según ha destacado, la caballa se ha vendido a 9,1 euros/kilo o a 14,2 euros/kilo.

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