La inversión privada en obras públicas marcó un mínimo histórico en 2012, al situarse en 685,9 millones de euros, según datos de la patronal de grandes constructoras Seopan, que recoge Europa Press.
Esta aportación de capital privado para construcción de grandes infraestructuras se hundió así un 85,6% en comparación con los casi 4.800 millones de euros que sumó en 2011.
Además, el dato de 2012 apenas constituye una décima quinta parte de récord de 10.514 millones de euros que la iniciativa privada aportó a la construcción de obras públicas en 2010.
El fomento de la participación del capital privado en la obra pública constituye uno de los objetivos del Ministerio de Fomento, recogido en el Plan de Infraestructuras, Transporte y Vivienda (PITVI), con el fin de mantener la inversión pese a las reestricciones presupuestarias.
No obstante, en 2012 el conjunto de las administraciones públicas sólo licitó catorce contratos de construcción de obras en colaboración con la iniciativa privada por un monto total de 685,9 millones, según los datos de Seopan.
De este importe, apenas 85,2 millones corresponden a los proyectos promovidos por la Administración central.
Las comunidades autónomas fueron las que más contratos de obras pusieron en marcha en colaboración con el capital privado el pasado año, dado que sumaron 430 millones. La Administración local, de su lado, contó con la iniciativa privada para invertir 170,7 millones en dotaciones públicas.
EL GRUESO DE LA INVERSIÓN, A CARRETERAS.
Por tipo de obras, la construcción y mantenimiento de carreteras siguió copando los contratos de construcción de obra pública en colaboración con la iniciativa privada. Las tres administraciones promovieron trabajos de este tipo en 2012 por 430 millones de euros, frente a los 3.288 millones de euros de un año antes.
El resto de contratos de colaboración público-privada de las diferentes administraciones públicas correspondieron a obras portuarias (20 millones de euros) y de aparcamientos (128 millones).
Por contra, durante el pasado año no se promovió un sólo contrato de ferrocarril de Alta Velocidad (AVE) en conivencia con el capital privado, frente a las obras de este tipo de 1.151,4 millones licitadas un año antes.
En 2012 tampoco se promovió ninguna de las obras de dotaciones e infraestructuras públicas que suelen recurrir a este sistema de financiación, como son los hospitales.
